domingo, 19 de abril de 2009

Fontanars dels Alforins

Fontanars dels Alforins ó Fontanares municipio de la provincia de Valencia situado en una meseta, a unos 600 m. del nivel del mar, entre la Serra Grosa y la Serra de Agullent. Este valle anclado colindante con poblaciones como Moixent, la Font de la Figuera, Ontinyent y Bocairent, se ha distinguido desde principios del siglo XX por ser una de las cunas más importantes del vino en la Comunidad Valenciana.



Pese a ser una zona poco conocida turisticamente, alberga uno de los paisajes más hermosos del interior de Valencia, con un parecido increible a la famosa Toscana italiana, su clima es continental mediterráneo, siendo una zona en la que predominan muchas horas de sol durante todo el año.


La población, en torno a unos 1.100 habitantes, vive su mayoría de la actividad agropecuaria, siendo la vid y la producción de vinos parte importante de su economía.


Ayer sábado decidimos visitar la zona, un día que amenazaba gris, pero que conforme nos alejábamos del mediterráneo, las nubes iban en trance hacia la costa, por lo que disfrutamos de sol y buena temperatura, con una tarde bastante suave y típica del mes de abril.


La sorpresa es decubrir los parajes que envuelven esta zona, sobre todo la variedad de flores y plantas silvestres que rodean, en muchos casos, importantes plantaciones de vid, que en vaso o espaldera conforman el paisaje, a los pies de la Serra Grosa hacia el norte y la de Agullent al sur el valle se encuentra rodeado de naturaleza, silencio, paz y un mundo de sonidos naturales de la fauna del lugar (cantos de aves, insectos, ...).


Os voy a adjuntar unas fotos que describen lo que hemos retenido en nuestras retinas, aunque es recomendable efectuar una visita encarecidamente para descubrir y comprobar que merece la pena pasar el día en la zona.



En el próximo post hablaré de las bodegas y vinos que nos ofrece la zona, pues merecen comentario aparte.


domingo, 12 de abril de 2009

¿Primavera?

Estamos a mitad del mesde abril y ayer nos sorprendió una nevada de camino a Teruel, íbamos a pasar el día de Sábado Santo a la província aragonesa con la idea de acercarnos a alguna estación de esquí para ver si aún quedaba algo de nieve y comer algún típico de la zona.
La verdad es que nada más pasar el pueblo de Barracas, último de la província de Castellón antes de pasar a la província de Teruel, el agua de lluvia se iba convirtiendo en unos finos copos de nieve que no llegaban a cuajar, pero cuanto más nos acercábamos hacia Teruel, más intensos eran y los bordes de la carretera se teñían de blanco.


A la altura de la salida 92 de la autovía Mudéjar, A-23, ya era el manto blanco mucho más intenso y decidimos dar la vuelta y parar el algún pueblo cercano pero más lejos de la espectacular nevada. La estampa era totalmente invernal, la carretera empezaba a ser peligrosa, es más un par de sustos nos dió el coche en plena autovía, con lo que pusimos dirección a Valencia y al final nos quedamos en Mora de Rubielos a comer y ver pasar la nevada.


La ciudad de Mora de Rubielos es la capital comercial para todos aquellos que van a la estación de esquí de Valdelinares, con lo que sabíamos que ibamos a encontrar gente, por lo que no nos lo pensamos y nos metimos en un bar a comer un plato de jamón de Teruel y embutidos típicos y un buen vaso de vino tinto para paliar el frío. Posteriormente fuimos a tomar café a un emblemático hotel, la Trufa Negra para terminar con un paseo por la ciudad que terminó con una tarde más despejada, aunque fría y que la deleitamos con unos rollitos típicos de mantecao y caramelo y una tradicional mona de pascua, que mi hijo devoró con bastante placer y devoción.

viernes, 10 de abril de 2009

Cocina de Vigilia

Pues en plena Semana Santa no hay nada mejor para aguantar las vigilias y largos recorridos de los pasos que la Cocina de Vigilia y en concreto la del Viernes Santo.

Para empezar el día y tras haber asistido a la Santa Cena del Jueves Santo y recorrer las calles de la ciudad acompañando al Vía Crucis, un café con leche y unas torrijas, típicas españolas, que están elaboradas con pan de la víspera, huevo, leche y azucar, que para acompañar el despertar de luto bien merecen un desayuno completo.
El potaje de Cuaresma, con tantas proteínas y vitaminas, como sencillo de preparar, con una base de sofrito con aceite de oliva, acelgas frescas cortadas, tomate natural maduro y rallado, pimentón dulce y una majada de ajo y almendrás, para después acompañarlo con un litro de agua que cuando llega a ebullición se le añaden trozos de patatas y garbanzos castellanos, en remojo desde la vísipera, sal, y a cocer a fuego lento y cuando casí están en su punto se le añaden unos buenos trozos de bacalo desalado, también el día anterior, y un par de huevos cocidos desmigaditos. Delicioso manjar para sobrellevar el triste día de la muerte de Jesucristo.
De segundo plato y haciendo hueco en el estómago para preparar el largo recorrido del Santo Entierro, que a la puesta de sol, tendrá lugar por las calles de la ciudad, hemos preparado unas croquetas de bacalao, que estan divinas a pesar de su consistencia y del aceite que se utiliza para su fritura.

Los ingredientes sencillos y básicos, austeros como mandan los cánones en los días que celebramos. 1 Bacalao desalado el día anterior, con al menos 3 cambios de agua, 3 patatas grandes, 50 gr. de piñones, 1 diente de ajo, 1 huevo fresco y 50 ml aceite vegetal para su fritura. Se cuecen las patatas y el bacalao, se desmiga el bacalao y se mezcla con la patata, con un mortero y una maza, junto al ajo se maja y se mezcla todo, sin llegar a deshacer del todo la patata. Se mezcla con los piñoñes y unas hojitas de perejil y se preparan las croquetas del tamaño que uno más le convengan. Pasándolas por la clara del huevo se ponen en la sartén con el aceite bien caliente y después de dorarlas se sacan y se dejan escurrir para eliminar el exceso de aceite.
Y de postre, podemos tomar una buena coca de pasas y nueces, que nos darán la energía suficiente para no comer ya nada más hasta el día siguiente.

domingo, 5 de abril de 2009

Recetas de Cuaresma

Estamos en los albores de Semana Santa y no podían faltar en este blog las recetas típicas de la Cuaresma y Semana Santa, donde las verduras y sobre todo el bacalao no pueden obviarse para acompañar la liturgia Pascual.

Es típico de estas fechas elaborar los famosos potajes de garbanzos con bacalao y acelgas, acompañados por huevos cocidos desmigados, las albóndigas de bacalao y patata, los revueltos de espárragos trigueros y ajos tiernos con gambas peladas, las famosas torrijas a base de pan del día anterior con huevo y leche y fritas con aceite, las tradicionales monas valencianas, a base de panquemao y huevo cocido (que ahora se sustituye por uno de esos de chocolate) y como no, para el día de Pascua la longaniza seca y el panquemao con pasas y nueces.

Hoy he hecho un refrito de ingredientes y he elaboradoun Arroz Meloso de bacalao y verduras.


Ingredientes para 4 personas:
-2 Cucharada sopera de aceite de oliva
-4 ajos tiernos troceados
-100 gr. de gambas peladas
-50 gr. de habas frescas
-2 Alcachofas
-1,2 l. de caldo de pescado
-1 cucharadita de pimentón dulce
-100 gr. de bacalao fresco o remojado el día anterior
-100 gr. de arroz extra o bomba

Se pone en una cazuela de barro o también en una de hierro fundido, el aceite y una vez caliente se añaden los ajos tiernos y las gambas, dejar sofreir hasta que las gambas y los ajos vayan dorándose, se añade el pimentón y se sofríe un par de minutos.

Se añade el caldo de pescado inmediatamente y se lleva a ebullición, cuando empiece a hervir se ponen el resto de verduras, dejando el bacalao y el arroz para el final.


Cuando las verduras estén casi a punto, se añade el arroz y el bacalao y dejar cocer a fuego fuerte durante 15 minutos. Dejar reposar en la cazuela durante 5 minutos.

Servir el platos hondos y disfrutarlo.
La bodega elegida ha sido un vino con DO Navarra, el concreto Prícipe de Viana crianza de 2004, que con su aspecto carnoso, color cereza picota, con nariz que recuerda a frutos rojos y con un sabor suave y elegante, acompaña a este plato, previo unos trozos de queso de cabra semicurados han hecho hoy una comida diferente y típica de Cuaresma.