domingo, 29 de mayo de 2011

Bodegas CUEVA, una apuesta por lo natural

A veces uno no sabe que cerca de casa tiene un tesoro, y no hablo de metales preciosos, sino de joyas naturales como los paisajes repletos de naturaleza, de viñas, de aldeas y fincas, y sobre todo de gentes y sus fenomenales proyectos para recuperar el entorno natural y sobre todo disfrutarlo, obteniendo de este sus frutos para elaborar vinos y otras bebidas espirituosas con alma y respetuosas con el medio.


Llevaba tiempo queriendo encontrar un halo de felicidad y pensamientos positivos y curiosamente ayer lo encontré en una reunión de amigos, algunos conocidos de antaño y otros que conocía por primera vez físicamente.

Pusimos rumbo a Requena donde habíamos quedado por primera vez con Vicente y Elaina, una pareja con la coincidimos en el mundo real (tras hacerlo a través de la red) y que venían a pasar un día entre amigos. Para ello recorrimnos los 12 kms que hay entre la ciudad de Requena y su aldea La Portera, un pequeño enclave situado en dirección Albacete por la N330, y que atravesando el Campo de Arcís y un entorno paisajístico dominado por las viñas sobre la mítica 'tierra roja' característica de los campos de la DO Utiel-Requena alcanzamos en menos de 20 minutos.

Casi era la hora de comer al llegar a la aldea, así es que lo dispusimos todo para ello en La Sartén, un coqueto y pequeño restaurante situado en la calle Mayor de La Portera, donde degustamos algunos platos típicos de la zona como el ajoarriero, los gazpachos de la zona (similares al Manchego) y otras viandas que nos sirvieron para encarar la tarde que se nos avecinaba.


Al cruzar la calle nos encontramos con la puerta de madera, que flanqueda en su lado izquierdo por un imponente árbol, daba lugar a la entrada al patio de Bodegas CUEVA. Allí estaba Adela que nos acogió estupendamente y algo me decía que la velada iba a ser muy intensa e interesante. Mientras esperábamos a Mariano, enólogo de la bodega, y a algunas personas más, Adela nos preparó un café y nos frutos secos en una mesa situada debajo de una joven higuera, donde empezó a fraguarse una bonita tertulia amable y llena de interés para los asistentes.

En cuanto llegó Mariano, continuamos con la velada y tras un rato charla distendida empezamos a catar los vinos naturales que la bodega elabora. El proyecto de bodegas CUEVA trata de ser respetuosos con nuestro entorno, seleccionando uvas de agricultura ecológica para elaborar unos vinos de la manera más natural posible, dejando que los ciclos lógicos de cada proceso sigan su adecuado cumplimiento, sin utilizar productos químicos ni añadidos para conseguir un vino que por si solo sea capaz de decir de dónde ha venido.


La bodega elabora dos tintos comerciales que pudimos catar en las añadas 2006 y 2007. El primero de los tintos es un vino que no pasa por barrica de roble, de las variedades Tempranillo, Bobal y Garnacha, vinificadas por separado y que luego conformarán el 'coupage' definitivo. Este vino se muestra muy vivo y muy bien evolucionado, destacan aromas a frutas rojas y negras, el vino de 2006 más madura y el de 2007 más fresca y jovial, aromas especiados a mentolados, lácteos, levaduras y de tanino muy redondeado y afinado tras su reposo en la botella.

Los de 2006 y 2007 madurados en barrica de roble, robles de diferentes lugares, con un suave tostado y de grano fino, hacen evolucionar el vino, con el mismo coupage, hacia aromas y sabores más tostados, con otro tipo de especias como vainillas, café, cacao, ... pero que en la copa van evolucionando para tornarse más dulces e integrados con esos toque frutales y de compotas.


Para hacer una pausa en la cata y momento de tertulia en torno a los vinos, visitamos los antiguos trullos o lagares subterráneos de la casa de labor que alberga la bodega, así como el resto de la bodega, utensilios modernos y los subterráneos convertidos en el espacio perfecto para la crianza de los vinos, tanto en barrica como en botella, y descubrir los secretos mejor guardados de la bodega, no comercializados, de momento, por la misma y que pudimos disfrutar.

Como ejemplo un vino blanco de Macabeo, que guarda alguna levadura para que siga fermentando en la botella y tenga un punto petillante sin llegar a ser un espumoso, y que no se clarifica ni estabiliza, con lo que aparenta cierta turbidez, pero que al paladar es diferente. Un cava (estamos en Requena) de Macabeo y Chardonnay, hecho por el método tradicional, sin uso de clarificantes ni adición de azúcares, simplemente con mosto y levaduras que reposa en estos lagares y que hemos tomado recordando sabores y aromas que hoy por hoy son difíciles de encontrar en las elaboraciones comerciales.


También descubrimos un vino de bobal, realizado con técnicas de reducción, cosechas sobremaduradas y con afán de experimentar y conocer que podría pasar al acometer tal empresa. Os puedo decir que es lo más parecido a la ambrosía que tomaban los dioses del Olimpo y luego también catamos orujo de jengibre y aún nos hubieramos encontrado más sorpresas, pero ya era un poco tarde y decidimos abandonar tan agradable reunión, que espero se repita y podamos contaros más cosas sobre este espectacular proyecto.

domingo, 8 de mayo de 2011

Jornada de la Cultura del Vino en Vera de Estenas

Hoy hemos celebrado la primera de las jornadas pedagógicas sobre la cultura del vino, dedicada a los tapones de corcho natural en el embotellado de vinos tranquilos, en la valenciana bodega Vera de Estenas dentro de la D.O. Utiel-Requena.

La jornada pretendía acercar el laborioso y concienzudo mundo del corcho natural, en concreto del proveniente de la Comunidad Valenciana, en su utilización en los vinos tranquilos y desmitificar el mal llamado 'sabor a corcho' que durante años ha acompañado a este elemento tan antiguo como los vinos embotellados en la historia del hombre.


Tras una breve visita a los viñedos y a la bodega, donde nos introducimos dentro de una tradición familiar cercana a los 100 años, hemos procedido a conocer a nuestro ponente, Adolfo Miravet de la empresa Espadán Corks S.L. de la localidad castellonense de Soneja.

Espadán Corks es una pequeña empresa dedicada a la elaboración de tapones de corcho para el vino, entre otras aplicaciones, que mantiene y cultiva su propia cosecha de Alcornoques (Quercus Suber) para su produción de manera sostenible y responsable con el medio ambiente. Esta empresa está certificada por FSC (ONG para la gestión responsable de los bosques) y hoy nos ha explicado la procedencia,  el proceso de obtención de corcho natural, su transformación en tapones para el vino y todas las ventajas de este elemento frente a los tapones artificiales (sintéticos y rosca) en el mercado de los vinos.



El entorno de la Sierra del Espadán y La Calderona es el habitat natural del que esta empresa extrae el corcho de los alcornoques, no solo explota la obtención de este producto sino que además, mediante otra empresa del grupo, gestiona medioambientalmente el espacio natural donde se encuentran este tipo de árboles. Pudimos conocer que para que un alcornoque pueda ser productivo para la fabricación de tapones de corcho, al menos hay que esperar 90 años, en esta especie mediterránea, todo un reto que en esta 3ª generación de propietarios hoy por hoy realiza de modo artesanal y respetuoso con el medio ambiente, usando las herramientas tradicionales para no estropear ningún árbol, puesto que la corteza válida para la producción de corcho tarda unos 12 años en regenerarse.


La elaboración de un tapón de corcho sigue un proceso singular muy controlado, tras el descorche del árbol, las cortezas son trasladadas a lomos de mulos hasta una zona de apilamiento y secado del mismo, donde durante más de 6 meses permanecerá en estas pilas, posteriormente se realizan unos hervidos con agua caliente y secado en una nave donde se le efectuarán una serie de controles, de humedad, de TCA y sensorial, para ser escogidos por tamaños y poder ser cortado por tamaños y calibres. Ya con forma de tapón cilíndrico, se le aplican controles electrónicos y manuales con tal clasificarlos para después pasar a procesos de igualado marcarlos y siliconarlos, con el fin de que en la botella pueda extraerse con facilidad, y tras volverlos a revisar se embolsan para su comercialización.


En esta charla pedagógica también pudimos conocer las ventajas del corcho frente a los plásticos, siliconas y tapones de rosca, de la que os dejo algunos enlaces que Adolfo muy amablemente nos ha facilitado.

Tapón de Rosca y Cáncer, Análisis sobre el mercado actual de corcho, ¿Son los tapones sintéticos una alternativa al corcho natural? 

La jornada ha finalizado con la cata de los vinos de la bodega Casa Don Angel Bobal 2005 y 2006 y el Cava Estenas Brut Nature junto a un aperitivo típico de la zona, al que hemos seguido por 'motu propio' a un buen almuerzo en el restaurante Ramos de San Antonio, entre Utiel y Requena.

viernes, 6 de mayo de 2011

Visita a Bodegas de Tenerife (II)

Tras vistar las bodegas citadas en el 'post' anterior, me fuí a visitar la vinoteca 'El Gusto por el Vino', sita muy cerca del mercado de Nuestra Sra. de Africa de la capital tinerfeña. Esta vinoteca nace de un distribuidor bastante importante dentro del archipiélago y contiene una cantidad y variedad de vinos nacionales e internacionales muy importante, así como de vinos canarios, casi todos representados, el local cuenta de una zona específica y acondicionada para los vinos de gama alta (Vega Sicilia, Petrus, Chateau d'Yquem...), un espacio para cata por copas y una sala de catas en la parte de arriba. En esta tienda fué caté unos de los vinos blancos de malvasía que más me sorprendieron y pié para visitar la bodega elaboradora.


Así es que por la tarde fui a visitar la Casa del Vino, en El Sauzal, a unos 20 kms. de Santa Cruz y donde pude catar vinos de otras bodegas y conocer el fondo cultural de los vinos de Tenerife. Esta casa contiene información acerca del cultivo de la viña y elaboración de vinos en un espacio cultural a modo de museo, también está representado la miel y los cultivos tradicionales de la isla en otras salas de la casa. También se dispone de una vinoteca donde Rudi y Rafa te aconsejan y guían sobre los vinos de la isla, se puede también hacer una cata de vinos por copas de un listado que van conformando periodicamente. 


En esta ocasión caté dos vinos blancos y tres tintos (uno de ellos el Baboso Negro de Viñátigo que comenté en 'post' anterior) y donde me orientaron a visitar dos de las bodegas que os describo a continuación.

Los blancos que pude probar eran el Viña Engracia de Listan Blanco 100%, perteneciente a la DO Ycoden-Daute-Isora y Los Quemados un Albillo  100% con paso por barrica de la DO Abona. Otro vino de la DO Abona, fue los Chasneros 2009, un 'coupage' madurado en barrica durante 1 mes de Listan Negro (70%), Listán Prieto (20%) y Castellana (10%) que estaba bastante delicioso, conservando la fruta muy intensamente pero con unos toques a regaliz, tostados y especiados muy sugerentes que le daban al vino una gran finura y elegancia. El otro tinto fue un vino joven Cuevas de Lino (Listan Negro 90% y Vijariego 10%) de la subzona de Anaga dentro de la DO Tacoronte-Acentejo. Todo un mini festival de sabores de la isla.


Al día siguiente nos decidimos a visitar una bodega situada en la DO Valle de Güimar, la bodega se llama Arca de Vitis, pero es conocida por todos por su marca 'Con_Tiempo' que figura en las botellas de sus vinos. Allí nos esperaba Patricia, con quien habíamos concertado la visita para recorrer la finca. Efectivamente estuvimos visitando la finca y recorriendo el viñedo, vimos la Moscatel de grano menudo, la Malvasía y otras parcelas de Gual y Marmajuelo. Patricia también nos mostró la bodega que se había transformado para adaptarse a la elaboración de vinos de calidad. Catamos un blanco de Vidueño (un varietal de blancos autóctonos) seco que pasa por barrica, con una sensación de ser un vino muy tradicional, pero que a su paso por madera se impregnaba de aromas a vainilla que lo hacían muy fresco y agradable y el Malvasía seco con paso por barrica que en la vinoteca 'chicharrera' había degustado .


También elaboran un rosado de Listán Negro y Merlot muy afrutado y con un color rosa muy intenso para catar el dulce de postre de Baboso Negro, impactante y muy especial. Durante esta visita a la bodega tuvimos la oportunidad de hablar mucho de viticultura, con lo que la visita fue muy enriquecedora y agradable.


Por la tarde visitamos las Bodegas Monje, una de las bodegas que más perduran en la isla, tratándose de la 5ª generación que ponía en marcha una infraestructura preparada para el enoturismo con una amplia oferta de actividades y unos vinos de calidad. Esta bodega perteneciente a la DO Tacoronte-Acentejo se encuentra muy cerca a la Casa del Vino, dispone de restaurante y una maravillosa terraza con vistas al mar ideal para tomar sus vinos y una comida típica canaria.


Tuvimos la ocasión de coincidir con una visita especial de un foro sobre vino y enoturismo que finalizaba en la universidad de La Laguna ese mismo día, así que junto a los asistentes y con la presencia del director de la Fundación Alhóndiga (impulsora del foro) y el propietario de la bodega Felipe Monje entramos en el corazón de la bodega para conocer su historia, instalaciones, su exposición de arte y finalizar con una cata comentada de vinos del archipiélago en general.


Terminado el periplo por las bodegas, acabamos la visita a la isla tinerfeña con la asistencia al certamen ferial Agrocanarias, que se celebraba del 28 de abril al 1 de mayo y donde pude catar algún vino más de la isla y degustar platos de cocina canaria con cocineros de autor reconocidos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Visita a Bodegas de Tenerife (I)

Como comentaba en el anterior 'post', Tenerife es un espacio enológico a tener en cuenta en el mundo de los vinos, por muchas razones como su clima y su 'terroir', sus variedades autóctonas y adaptadas, sus bodegas y las personas que las trabajan y sobre todo por los vinos que están elaborando en un entorno cada vez más competitivo y de numerosas marcas.


Como no es posible visitar ni catar todos los vinos de la isla, empecé por visitar una bodega encontrada aleatoriamente en Google como 'bodegas de Tenerife', esta fue Tajinaste Viñedos y Bodega. Efectivamente, tras visitar por la mañana el Loro Parque, símbolo de la isla en la conservación de especies animales, pusimos dirección al Valle de la Orotava, en concreto a La Perdoma, donde encontramos esta pequeña bodega pero con bastante renombre en la isla, perteneciente a la D.O. que lleva el nombre del valle.


Allí nos atendió Agustín García, en propietario y enólogo de la bodega al que 'pillamos' literalmente con las manos en la masa, preparando para embotellar y con la bodega en plenas obras de ampliación, los viñedos estaban alrededor de la bodega y allí estaban las cepas más antiguas en el trenzado tradicional de la zona y nuevas en espaldera, conformando un paisaje espectacular que contrasta el verde de las cepas con el oscuro suelo volcánico donde están plantadas. Agustín muy amablemente me dió a catar un Tinto Tradicional de Listán Negro madurado en barrica, un vino de color cereza oscuro, aún con tintes violáceos, muy afrutado, recordando a frutos frescos del bosque (moras, arándanos, ...) muy suave y de bastante estructura.


También tuve su recomendación para visitar la siguiente bodega y la vinoteca 'El Gusto por el Vino' de la capital tinerfeña, donde pude catar algún vino más de la isla, así como algunos restaurantes y sumilleres que conocí despuén en el certamen ferial Agrocanarias, que tuve la oportunidad de visitar el último día de estancia en la capital 'chicharrera'.


Al día siguiente, y con la excusa de visitar el famoso 'Drago Milenario', pusimos dirección hacia el Noroeste de Tenerife, y en el municipio de La Guancha encontré la siguiente bodega que tuve el placer de visitar. Allí me esperaba Juan Jesús Méndez a las puertas de la bodega Viñátigo, una de las bodegas que más está estudiando las variedades autóctonas y su adaptación a los terrenos de la isla. Esta bodega pertenece a la DO Ycoden-Daute-Isora y la superficie cultivada se encuentra en el noroeste con cultivos desde el nivel del mar hasta aproximadamente los 700 metros y con variedades prefiloxéricas únicas en el mundo que confieren esa personalidad, que junto con el clima, tienen los vinos canarios.


Tras visitar la bodega que está construída desde arriba hacia abajo, aprovechando la gravedad para el trasiego de la uva y el mosto, conversamos sobre los distintos varietales que sirven para  la elaboración de vinos únicos, y que constantemente están investigando en distintas sedes académicas para intentar aprovechar al máximo su potencial. También hablamos que la bodega tiene desarrollado un complejo software para el control y trazabilidad de todas las elaboraciones, con lo que es facil poder obtener la información de un vino en un momento determinado de su elaboración y procedencia.


Tuve la oportunidad de catar dos vinos blancos, uno seco de Marmajuelo que desprende aromas a frutas tropicales y hoja de higuera y un dulce natural de Malvasía sobremadurada en la cepa, que pasa por barrica 2 meses, con un color dorado brillante y aromas que recuerdan a orejones y piel de naranja, muy aterciopelado en boca. De esta bodega también degusté dos tintos, uno en la propia bodega y otro en una cata de La Casa del Vino, de la que hablaré después. El varietal Tintilla con más de 1 año de barrica francesa es un vino de capa muy alta y color rojo picota, en nariz destacan los aromas a tabaco y chocolate negro, tiene un buen ataque y es bastante estructurado y persistente. El otro varietal fué el de la variedad Baboso Negro, una especie complicada de cultivar en esta zona que nos da un vino con un color rojo picota intenso, con aromas mentolados y minerales, con el toque salino que casi todos los vinos de la isla destacan, y que en boca se mantenía muy suave y sedoso. Una visita instructiva y desde luego bastante enriquecedora.

lunes, 2 de mayo de 2011

Tenerife, isla de vinos

Sorprendentemente para mi he descubierto que el minicontinente de la isla canaria de Tenerife esconde un valioso tesoro enológico, cinco diferentes Denominaciones de Origen (DO Tacoronte-Acentejo, DO Ycod-Daute-Isora, DO Valle de Güimar, DO Abona y DO Valle de la Orotava) conforman esta tierra de vinos, con diferentes climas y terruños, variedades blancas y tintas, casi todas ellas autóctonas que producen excelentes vinos y que he tenido la fortuna de catar, en muchas de las bodegas que he visitado.



El archipiélago canario se encuentra en el atlántico, al noroeste de la costa africana, son islas de origen volcánico, su clima es subtropical, aunque varía localmente según la altitud y la vertiente norte o sur. Esta variabilidad climática da lugar a una gran diversidad biológica que, junto a la riqueza paisajística y geológica hacen que encontremos diferentes terruños y adaptabilidad de las viñas y se produzcan diferentes vinos en cada zona.


Tenerife es la isla de mayor tamaño y relieve, conocida como la isla de la 'eterna primavera', tiene diferentes tipos de suelos y climas, el pico más alto de España es el Teide, de 3.718 metros sobre el nivel del mar, un gran volcan que emerge en el centro de la isla y que ha conformado este espacio natural tan especial.


El cultivo de la vid en el archipiélago y especialmente en Tenerife nace tras la conquista, cuando los colonizadores traen variedades de viñas y comprueban la nobleza que adquirían los caldos canarios. En los siglos XVI y XVII, el vino alcanza un gran peso en la economía tinerfeña pues son muchas las familias que se dedicaban a su cultivo y posterior negocio. Especial mención merece el malvasía canario, que llegó a ser considerado el mejor vino del mundo y era ansiado por las cortes europeas y las mayores bodegas de Europa y América. La isla presenta actualmente cinco denominaciones de origen: Abona, Valle de Güímar, Valle de La Orotava, Tacoronte-Acentejo e Ycoden-Daute-Isora.


Las distintas denominaciones de origen se encuentran repartidas en la zona norte de la isla como Valle de La Orotava, Tacoronte-Acentejo e Ycoden-Daute-Isora, zonás más fértiles con suelos más ricos, y una climatología más húmedas debido a la humedad de los vientos del noroeste cargados de humedad, llamados alisios, que en distintas alturas de la isla, hacen que el cultivo de la vid sea posible y se obtengan buenas producciones, pero con un ciclo bastante largo de cultivo. La DO Valle de Güimar se encuentra en la zona este de la isla, con un clima más seco y un terruño llamado de 'jable', una arenisca procedente de cenizas volcánicas bastante pobre pero apta para el cultivo de ciertas variedades, en las zonas próximas a la costa, sobre todos las blancas, y también influenciadas por los vientos alisios, en altura los suelos son franco-arcillosos y podemos encontrar plantaciones hasta 1.500 metros de altura. La zona sur de la isla, perteneciente a la DO Abona, con un clima similar al mediterráneo, con suelos de 'jable' es también bastante complicada para el cultivo de la vid, pero conforme la altitud y el interior de la zona, los suelos se tornan más arcillosos y se obtienen buenos rendimientos y una notable calidad, incluso por cotas superiores a los 1.000 metros.


Respecto a las variedades de uva existen más de 20 variedades, censadas y autóctonas de la isla como son la Listán Blanco, Listán Negro, Malvasía, Gual, Marmajuelo, Vijariego, Baboso Negro, Negramoll, Moscatel, Tintilla, Verdello, Castellana, ...con sus diferencias según las zonas, destacar también que los cultivos de la viña tradicionales se utiliza un tipo de trenzado de las viñas en vaso dejando que la planta crezca en forma de 'parralito' y que se separan del suelo con unas varas con forma de horquilla, también hay plantaciones en vaso y espaldera.


Los vinos son bastante diferentes de unas zonas a las otras, predominan los blancos semi-dulces y secos y también vinos de dulce natural, sobre todo de malvasía, deliciosos y afrutados, también se hacen rosados y los tintos tradicionales de Listán Negro, jóvenes y afrutados, también vinos de  maceración carbónica es habitual encontrar en algunas bodegas. Las crianzas de vinos se hacen bastante cortas (entre 1 y 4 meses) y le aportan a los vinos el toque de la madera pero sin perder la fruta, para mi el éxito de estos fabulosos vinos.


Aparte de las bodegas que elaboran vinos embotellados, también es típico en la zona norte de la isla, que muchos agricultores elaboren sus vinos para autoconsumo o para que se degusten en los garajes de las casas junto a comida típica canaria, esto de denomina Guachinche, y terminar la jornada con unas tapas típicas canarias caseras y una cuarta de vino es bastante pintoresco y tradicional.

Os enlazo aquello que me parece interesante para podáis conocer más a fondo aspectos de la cultura del vino de la isla de Tenerife que he vivido muy intensamente en estos 6 días de estancia en la misma y con un agradable recuerdo.