martes, 22 de marzo de 2016

Vinos de la serranía de Ronda, visitamos Descalzos Viejos,

Hablar de vinos de la província de Málaga es habitualmente referenciar vinos dulces de Moscatel o Pedro Ximénez, pero quizá uno de los lugares donde se encuentran otras variedades diferentes y vinos con carácter propio sea Ronda, en concreto en la serranía que da nombre a la ciudad, famosa por su meseta y el puente que enlaza el tajo excavado por el río Guadalevín.


Las características de la zona para la producción de uva destinada a vino es de terrenos de gran altura sobre el nivel del mar, con clima frío y muy húmedo en invierno, y cálido en verano. Los suelos son de textura arenosa, limoarcillosa y fuertemente calizo en subsuelos. 

La zona siempre estuvo ligada a la producción de vinos hasta el siglo XIX que la plaga de la filoxera (y la província de Málaga fue la primera en sufrirla) asoló completemente el viñedo local, no siendo hasta los años 80, que de la mano del mediático fundador del Marbella Club, Alfonso de Hohenlohe, no se empieza a replantar y producir vinos como ahora los entenedemos.



Las variedades blancas autorizadas de la zona son, Chardonnay, Macabeo y Sauvignon blanc y las tintas, Cabernet, Sauvignon, Merlot, Syrah y tempranillo.

Descalzos Viejos es una bodega fundada hacia el año 2000, realmente las familias Retamero y Salesi compran un viejo convento situado en una de las laderas del Tajo que conforman la meseta de Ronda, convento llamado de los Descalzos Viejos, porque la orden de los Trinitarios que la ocupaba pasó a otro convento en el interior de la ciudad, y aquí quedaron los mayores que cuidaban del jardín y huerto que pertenece al convento. Tras desaparecer los monjes y verse en estado abandonado, el edificio se restaura y el huerto se mantiene como un lugar privilegiado y con un microclima especial, la presencia de un manantial de agua y como edificio singular.



A este proyecto se une la plantación de Cabernet Sauvignon, Syrah, Garnacha, Graciano, Petit Verdot y Merlot en la parte baja de la finca, completada después con otras fincas propicias para el cultivo de vid, con lo que nace la bodega como tal y en 2004 aparece su primer vino comercial.

La bodega

La bodega es pequeña y la antigua iglesia del convento se utiliza para vinificar y hacer la crianza de los vinos y actualmente elaboran 6 vinos, con una producción en torno a las 35.000 botellas. 


Hace unos años, y teniendo referencia a través de una antigua vinoteca de la ciudad de Málaga, descubrí esta bodega, también tuve la oportunidad de probar alguno de sus vinos y conocer al director técnico y enólogo de la bodega, Vicente Inat, un valenciano embarcado en este proyecto desde hace 12 años, y que fue nuestro anfitrión durante la visita.


Sorprende ver las instalaciones, la bodega está pegada a la ciudad de Ronda, fácil de encontrar, en la pared lateral del Tajo, el antiguo convento, bien restaurado está perfectamente enclavado en el paisaje, rodea al convento un huerto con plantas florales, cítricos y un arbol de aguacates, las vistas al valle, donde está parte del viñedo son espectaculares.

La bodega por dentro es pequeña, aprovechando la nave principal del convento, se disponen los depósitode acero inoxidable y las barricas, en cuyo interior reposan los vinos que la bodega. La bodea tiene también otras estancias, como el pequeños despacho y una sala, en condiciones ideales, para guardar vinos de otras añadas y como sala de reposo de botellas para su afinamiento antes de salir al mercado.

También hay una terraza perfecta para tomar vinos, en invierno por su situación con un sol extraordinario y seguramente en los meses más cálidos al atardecer con el frescor de la tarde.

Los Vinos

Tuvimos la suerte de probar cosas interesantes, como un rosado de Merlot-Garnacha, del que solo habrán 600 botellas, o las nuevas añadas de la serie DV y DV+, el primero es un coupage de Syrah, Merlt y Garnacha con 6 meses de barrica y el segundo un crianza de Graciano y Merlot.

Degustar un Petit Verdot como el DV Aires es un lujo, un vino potente, carnoso, mineral, que además luce una bonita etiqueta con referencias a la tauromaquia, en una ciudad tierra de grandes maestros del toreo, pero que en este caso tiene una imagen simpática, recordando al Bombero Torero.


Los dos grandes vinos, en pequeña producción que la bodega elabora, son Santa Iusta y Santa Rufina, hacen referencia a las dos santas, patronas de Sevilla y del municipio valenciano de Manises,  encontradas en la restauración de la iglesia del convento, en cuyos frescos están retratadas. Se trata de dos vinos diferentes, Sta. Iusta es una Garnacha con carácter mediterráneo pero de espíritu atlántico y Sta. Rufina, un syrah de suelo arenoso, criado en barricas que habían contenido vino dulce, haciendolo un vino más calido y con una sensación de dulzor, apesar de ser un vino totalmente seco.


Concluimos la visita disfrutando de los vinos, la estampa que rodea a la bodega con sus preciosas vistas y con las personas que integran el proyecto, cuya amabilidad y pasión por su trabajo durante nuestra visita fue lo mejor de todo, recomiendo al visitante y enoturista, que no deje de disfrutar de Descalzos Viejos, no quedará indiferente y luego podrá visitar la ciudad de Ronda, otra joya de nuestro patrimonio artístico y  cultural de la província de Málaga.

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