sábado, 31 de mayo de 2014

Presentación del Pago Vera de Estenas

Aunque de modo oficial la denominación de origen Pago Vera de Estenas está concedida desde hace casi un año, hoy hemos asistido a la puesta de largo de esta calificación vinícola por parte de la bodega en sus instalaciones de Utiel, concretamente en la Finca la Cabezuela, sede de esta emblemática bodega fundada a principio de los años 80 del pasado siglo.


No sólo hemos asistido a esta presentación como un acto protocolario, sino que además el cambio de imagen corporativa de la bodega a acompañado al evento y además, como tributo al fundador y patriarca de los propietarios, el vino Martinez Bermell, se ha mostrado como el primer vino de Pago de la nueva etapa de la bodega.


En el acto, presentado por la periodista y excelente comunicadora Silvia Soria, se ha destacado el camino seguido por una familia, que tras la guerra civil española, convirtió el simple hecho de comerciar con vinos de la comarca a elaborar y embotellar vinos de calidad propios, destacando el origen de los mismos, que ahora son vinos de Pago por sus singulares características, como seña de identidad de la bodega y de las condiciones particulares de la finca.


Las palabras de Felix Martinez Roda, como persona responsable del negocio, son el reflejo de un trabajo que continúa, con el propósito de seguir posicionando los vinos de la comarca Utiel-Requena en el panorama vitivinícola mundial, con la referencia de la uva autóctona, bobal, y con las variedades que en la finca acompañan a esta y como, en este caso, la merlot dan una característica especial a los vinos.


La presentación también ha contado con Carmen Torres, una excelente oradora, escritora, licenciada en filología, derecho y otras carreras de humanidades, el Secretario Autonómico de Agricultura,  Pesca, Alimentación y Agua, D. Alfredo González Prieto y el ingeniero agrónomo, amigo de la familia, Jose Vicente Guillem.


En este acto se ha servido el vino Martinez Bermell - Merlot 2013, ya como vino de Pago y en la cata comentada, a cargo de Salvador Pardo Barberá, sumiller y finalista en certámenes de catas profesionales, donde hemos podido disfrutar de los aromas del terruño a través de este vino.



Destacar que el vino es una elaboración fermentada en barrica nueva de roble francés, permanece un máximo de 2 meses, donde realiza la fermentación maloláctica y que destaca por su viveza y frescura. Un vino jóven con un color rojo-violáceo, de capa media-alta con aromas que recuerdan a fruta roja y negra fresca, balsámico, con recuerdos a vainilla, nata y mentolados. En boca tiene buena acidez, recorrido corto, pero intenso, tanino justo, un vino de corta crianza que mantiene la frescura y la juventud, final salino y mineral, acompañado del toque elegante de la madera.


Tras la presentación oficial, hemos disfrutado de un ágape que maridado con los distintos vinos de la bodega han hecho una presentación amena y no por ello importante para los vinos de la Comunidad Valenciana, que con la presencia de este nuevo Pago nos enriquecen en nuestra cultura y nos posicionan como productores de gran calidad de cara a los mercados nacional e internacional.
 





lunes, 26 de mayo de 2014

3ª Mostra de vinos Terres dels Alforins

Por tercer año consecutivo, los productores y elaboradores de vino de la asociación Terres dels Alforins, que son las bodegas pertenecientes a la subzona Clariano, delimitada por la D.O.P. Valencia, se reúnen en uno de los pueblos que acoge alguna de las bodegas que el sábado nos mostraron y nos dieron a degustar los fantásticos vinos que se están elaborando en esta zona.


En un ambiente festivo, amenizado por grupos musicales de la zona y arropado con artesanos y restauradores,  este evento es especial para acercarnos a estos pueblos, donde una tradición milenaria de elaborar vino se ha convertido en un escaparate internacional y que los asistentes disfrutamos de buena gente, buen vino y una gastronomía de interior acorde con los tiempos.


Cooperativas y bodegas no dudan en ofrecer los vinos que están dando que hablar de Valencia como una potencia vinícola importante en calidad, recuperación de variedades y unas señas de identidad propias, que favorecidos por el clima y el 'terroir' dotan a estos vinos de una especial característica diferente a otros vinos de la provincia, en donde por suerte para los valencianos y todos los consumidores, la variedad marca los gustos por un esfuerzo que empieza a reconocerse en el  panorama vitivinícola.


Monastrell, Garnacha Tintorera, Mandó, Tempranillo y otras variedades adaptadas, trabajadas en monovarietal o el 'coupage' son las que dan color y sabor a vinos, considerados durante tiempo como recios o embrutecidos, y que ahora se adaptan a los paladares más refinados, trabajando la calidad en el campo, mejorando los procesos de producción, buscando una imagen para todos los públicos y sobre todo al frente de muchas bodegas, gente jóven con ganas de trabajar y empatizando con los futuros consumidores.



El trabajo de los vinos tintos, también se traslada a los blancos, así pues la introducción de variedades como la Viognier, Chardonnay y la recuperada Verdil, así como Macabeo y Moscatel, están produciendo fantásticos vinos, algunos con toques de madera, los más atrevidos, recuperando la crianza sobre tinajas de barro, buscando la frescura y diferenciar el vino elaborado por estos bodegueros de otros vinos blancos en una afirmación de que saben lo que están haciendo y a los hechos y producto se remiten para mostrarlo.


Una fantástica jornada que debe repetirse el próximo año y que desde estas líneas animo a que consumidores y hosteleros no dejen de poner en sus mesas para cualquier evento, porque es nuestro vino, nuestra cultura y nuestra manera de crecer como pueblo.

lunes, 5 de mayo de 2014

19ª Fira del Vi de Falset

Como en los últimos años, coincidiendo con el inicio del mes de mayo, en Falset se celebra la Fira del Vi, el escaparate de los vinos de las D.O. Montsant y D.O.Q. Priorat, donde acompañados con actividades diversas, se puede disfrutar de los vinos y personas de esta comarca tarraconense.


Es cierto que este año he echado en falta algunas bodegas importantes y que no por ello el escaparate ferial no haya sido interesante, por ejemplo algunos 'cellers' de Porrera no han estado presentes, pero se ha compensado con otros vinos que desconocía y que también han sido interesantes.


Los vinos de la D.O. Montsant están muy bien posicionados, son vinos muy frescos y aunque, algunos 'coupages' de garnacha y cariñena sean excelentes, distan bastante de los producidos comarca adentro, de las zonas de los 'costers' de licorella o pizarra que muestran su propio terruño tan característico. 

Descubrí alguna bodega que no conocía como el Celler Costers del Ros (DOQ Priorat), de Gratallops, catando sus fantásticos vinos, muy recomendables desprendiendo terruño, fruta y una elegancia que hacía tiempo que no había probado.


Celler Joan Simó estaba presente y Sentius 2008 es un vino de garnacha centenaria, clásico, con carácter pero con el equilibrio suficiente para otorgarle una elegancia que hace que el vino sea muy fácil de beber, pero que esté envuelto en notas muy complejas a la vez que afrutadas.


Los vinos de la familia Pérez-Ovejero también estaban representados con el clásico Martinet Bru de Más Martinet, el Vi de Vila Porrera de Cims de PorreraLes Cousins y Dido La Universal, un plantel de lujo para esta familia que busca transmitir terruño, incluso con viñedos y elaboraciones muy próximas, pero que cada uno de ellos tiene su propia expresión.


El Celler Ronadelles fiel a sus marcas Cap de Ruc y Petit, con un sorprendente Giral vinyes velles, también mostraba sus vinos que eran deliciosamente degustados por un público entregado a la feria, estos vinos están bastante dirigidos a consumidores que prefieran vinos frescos y fáciles de beber, pero no por ello algunos vinos muestran complejidad aromática y además cuentan con un plantel bastante completo, desde jóvenes blancos, pasando por rosados, dulces y con crianza.


Un blanco complejo y muy aromático, perfectamente trabajado por el Celler Cal Pla es Mas d'en Compte Blanc, Garnacha blanca, Picapoll Blanc y Xarel.lo, variedades típicamente autóctonas y que, tras una fermentación y crianza de 6 meses en barrica nueva, conforman un 'coupage' extraordinario para los sentidos en una tierra de tintos corpulentos, donde los blancos son muy difíciles de conjugar con el clima y el suelo.


Muchos más vinos y también aceites estuvieron presentes en la feria, pero los destacados para mi han sido los que os he comentado en lineas anteriores en este 'post'. Como echaba de menos algun 'celler' en la feria, me dirigí a Porrera a saludar a Dominic y Paco, propietarios de Clos Dominic, donde su hospitalidad está por encima de los magníficos vinos que elaboran.


Al entrar en su particular bodega, pequeña, coqueta, bonita, encantadora y a la vez clásica y sobria, me encontré con Paco y unos amigos que empezaban a disfrutar de la saga Vinyes Altes, los vinos de cariñenas y garnachas que crecen en lo alto de la finca La Tena, junto con aceite de olivos centenarios del que quedé gratamente sorprendido.

 

Vinyes Altes 2006, 2007 y 2008 fueron los que Paco Castillo abrió y decantó para poder disfrutar de un mismo vino con añadas diferentes, el primero de ellos parecía resistirse a soltar los encantos frutales, mostrando una gaman de notas minerales que van desde la pizarra 'licorella' mojada, a hojarasca seca tras una lluvia otoñal, llegando a notas de raíces recién arrancadas, un vino corpulento pero muy redondo en boca.


Las añadas 2007 y 2008 si que respiraban fruta, la más joven desprendía aromas minerales que rápidamente eran compensados con un conjunto de compotas a fruta roja, teniendo un ápice de tanino y una sensación fresca en boca. La añada de 2007 era mucho más frutal, esa fruta roja muy madura envolvía el sentido olfativo, fácil de beber, bastante redondo y con el carácter del terruño definido por quizá, una añada más fresca y lluviosa.


En definitiva un fin de semana perfecto para disfrutar de una zona donde hacer buen vino no es fácil sino fuera por el trabajo que los viticultores de la zona realizan para obtener el mejor fruto y dónde los bodegueros y enólogos tienen que escuchar a la uva para saber cómo quiere que la trabajen.