domingo, 29 de agosto de 2010

Vinos de autor, vinos Pasiego

En la población de Sinarcas, en el límite entre la Comunidad Valenciana y Cuenca en la comarca Utiel-Requena, encontramos una pequeña bodega, que ha renovado completamente sus instalaciones para que los amantes de los buenos vinos y del turismo podamos disfrutarla.


Allí acudimos en primicia a visitar esta nueva etapa de una bodega, Criadores y Artesanos es realmente su nombre, que elabora los afamados vinos Pasiego. La bodega se encuentra en las inmediaciones de la carretera N-330 en el término de Sinarcas, y que con su nueva imagen, es muy fácil identificarla con el rótulo Pasiego en las tres caras de la casa que alberga el preciado vino.


Llegamos a la bodega casi a la vez que nuestro anfitrión, José Luis Salon, uno de los integrantes de este nuevo proyecto que se inició en el año 1.997 como una afición entre sus socios fundadores, y que a raíz de los premios conseguidos y de la aceptación de sus vinos en el mercado se fué consolidando en lo que hoy conocemos.


El acceso a la bodega comienza con un espacio para estacionar los vehículos y allí nos encontramos la casa restaurada que en su planta baja nos muestra los útiles para la elaboración de los vinos, siendo la parte alta posterior donde se encuentra la recepción de uva y se inicia el proceso.


La zona de depósitos está acondicionada justo a la medida de éstos, que fueron encargados para aprovechar el máximo espacio. También en la planta baja está la sala de barricas, cuya capacidad puede albergar unas 100 unidades de tamaño bordelés, y tras un cristal la sala de catas o recepción de visitantes, donde se podrán degustar los cuatro vinos que elabora esta bodega.

Y así lo hicimos, de estas cuatro opciones tenemos tres tintos y un blanco envejecido en barrica durante 2 meses espectacular. El primero de ellos fue un Pasiego Crianza 2005, con 9 meses de barrica y con las variedades Tempranillo y Cabernet Sauvignon, de viñedos propios (recordando que en sus inicios la bodega no disponía de estos) o de agricultores que están comprometidos con la bodega. 

El siguiente en la lista fue un Pasiego reserva 2004, de las mismas variedades que el anterior, pero con un 10% de Merlot, con una crianza de 13 meses en roble y con el denominador común de los tres tintos de tener un brillante color rubí y mucha glicerina, y sin apenas ribete que los diferenciara en su tonalidad.


El Pasiego de Autor 2005, fue el tercer tinto que catamos, vino que combina la Cabernet Sauvignon al 47% con un 33% de Bobal de una gran selección de cepas y un 20% de Tempranillo de baja producción. Los tres vinos son muy vistosos y tienen bastante diferencia en nariz y boca, pero siguiendo todos una destacada elegancia para poder ser los anfitriones de una buena mesa. Frutos rojos, tostados y vainillas conforman los gustos y aromas que denotan. Quizá los tres vinos serían los que mejor acompañarían una mesa de carnes rojas y de caza, así como quesos curados y estofados muy elaborados, cada uno con sus matices y evolucionando los dos últimos a lo largo de la comida como más ligeros al paladar al oxigenarse con el tiempo.

 El Pasiego Blanco 2009, con una crianza de dos meses en barrica nueva, sorprende al paladar con el 'coupage' de dos variedades al 50% como la Chardonnay y la Sauvignon Blanc muy equilibrado y agradable al paladar que se recomienda servir muy frío para observar su evolución al tiempo que se aclimata en la copa.


Una visita muy agradable y recomendada para en poco tiempo tener una enriquecedora visita a la vez que poder degustar y adquirir esta serie tan limitada de espectaculares vinos, así como disfrutar de la  compañía de los hermanos Salon.

martes, 24 de agosto de 2010

Bodegas Neo, vino y música

Siguiendo la ruta de la DO Ribera del Duero, tras comer en Roa y degustar los manjares típicos de la provincia de Burgos, nos dirigíamos hacia Castrillo de la Vega, localidad que alberga muchas de las bodegas de la Ribera del Duero, pero justo antes de atravesar esta población y a punto de entrar en Aranda del Duero, encontramos la moderna bodega que íbamos a visitar, Neo.


En Arte y Vino, un espacio dedicado al vino, en Aranda del Duero, Ana, nos había dicho que esta bodega no nos la podíamos perder, de hecho sus propietarios, organizadores del Sonorama Ribera, estaban en el proceso de desmontaje de este festival de música y cine que acababa de celebrar y no sabíamos si podrían atendernos. Al final nos atendió Ivan y pudimos echar un vistazao a Bodegas Neo, una bodega única en el mundo por combinar la elaboración de vino con un estudio de grabación musical. 


La bodega dispone de todo lo necesario para elaborar vinos de alta expresión y vinos jóvenes y frescos, el edificio es muy moderno y se accede a la recepción a través de una pasarela, que pasa entre una pequeña fuente.La bodega es muy funcional y en la sala de elaboración encontramos depósitos de acero inoxidable donde se fermentan los caldos que luego pasarán a una moderna sala de barricas, con más de 400 unidades de robles francés, americano y centroeuropeo.


Como curiosidad, en la sala de barricas, podemos encontrar agunas de ellas firmadas por artistas del mundo de la música, como Amaral y otros. El resto de la bodega dispone de los elementos típicos de cualquier otra (embotelladora, sala de crianza de botellas, oficinas,...) y además el estudio de grabación, donde podría grabarse hasta una orquesta sinfónica.


Los vinos que elaboran están dentro de varias gamas, desde los clásicos a los más modernos, pasando por las variedades que se exportan a más de 56 países y que intentan que se adapten a cada país en cuanto a diseño y marketing del exterior del producto. Además tienen otros proyectos en marcha que les permiten hacer vinos de otras zonas de Castilla-León y España, en cada una de las DO, como Rueda ó el Priorat, siendo ellos mismos los que elaboran, alquilando las instalaciones y comprando la materia prima que ellos controlan y certifican.


Al final no pudimos probar sus vinos por la premura de nuestra visita y porque estaban en pleno desmontaje el evento que se había celebrado ese fin de semana en Aranda del Duero. Espero pacientemente me envíen algunas muestras para catarlas y comentarlas en este espacio tal y como nos prometió Ivan.

sábado, 21 de agosto de 2010

Bodegas Casajús, Ribera del Duero

En Quintana del Pidio, a pocos kilomtetros de Aranda del Duero (Burgos) se encuentra esta explotación familiar dirigida por Jose Alberto Calvo Casajús. Siguiendo la tradición familiar y aplicando modernas técnicas de elaboración nos encontramos la bodega Casajús en pleno corazón de la Ribera del Duero.

Hemos encontrado una bodega que elabora sus vinos desde las cepas hasta el embotellado siguiendo una total dedicación a conseguir que los vinos que antaño se elaboraban para autoconsumo, pasen ahora a formar parte del selecto grupo de vinos que mundialmente hacen bien reconocida la DO Ribera del Duero.

Los vinos que esta pequeña bodega elabora José Alberto, no superan las 100.000 botellas, pero les confieren todas las caraterísticas de la Tinta del país que se cultiva en la zona, siendo todo el vino madurado en barricas de roble, para su crianza e incluso un vino de autor fermentado y envejecido en barricas más grandes, que es una delicia para los sentidos.

La bodega está en la misma carretera de Quintana del Pidio, hacia las afueras del pueblo y dispone de una recepción, con un salón destinado a catas, una nave de elaboración con depósitos de acero inoxidable, embotelladora y etiquetadora, y una sala de unas 200 barricas aproximadamente, donde maduran todos los vinos que la bodega elabora.

Tuve la oportunidad de catar el vino de autor del 2008 directamente de la barrica, un vino 100% elaborado en la misma, con un ingenioso sistema donde la barrica rueda sobre si misma, y con una espita para poder hacer remontados y que la fermentacion y crianza vayan a su ritmo.

Esta ha sido mi primera visita la DO Ribera del Duero y he encontrado una explotación que es llevada por una sola persona con unos caldos muy característicos y tradicionales.

sábado, 7 de agosto de 2010

VII Certamen de Vinos de Venta del Moro

Estamos en Agosto y en España es el mes de fiestas patronales en la mayoria de municipios, aprovechando las veraniegas vacaciones. Es por eso que acudimos al VII Certamen de Vinos de Calidad de Venta del Moro y Degustación gastronómica de platos venturreños en la localidad citada, que se sitúa en la comarca de Utiel-Requena, limitando al sur con la provincia de Albacete y al oeste con la de Cuenca.

Allí, en la plaza del mercado nos encontramos a las distintas bodegas que habían acudido al evento y la población local y foránea que se había congregado. El Certamen empezó con la mesa presisida por distintas autoridades y que luego entregaba los premios por parte de la comisión de festeras y la Reina de las fiestas.


La cata la iniciamos en el momento los expositores y los vinos estuvieron listos, y por 5 euros teníamos una copa cata vinos y un ticket válido para la degustación de productos típicos de la zona y obtener la recompensa  gastronómica tras los vinos catados.



Allí me encontré a mi amigo Riki, que también estaba degustando los vinos por estos lares. Empezamos por catar los vinos de la bodega Proexa, bodega que elabora sus vinos siguiendo los principios de biodinámica y de forma totalmente ecológica, su marca más conocida es Vega Valterra, pero ayer catamos el Aldabones, un 'coupage' de variedades de la zona madurado en barricas.



También estuvimos catando los vinos de la bodega Bodegas de Utiel, elaboradora de marcas tan conocidas como Capellana y Nodus, y desde hace poco tiempo la serie Actum. Aunque la bodega se encuentra en Caudete de las Fuentes, sus fincas están enclavadas en el término municipal de Venta del Moro. Estuve catando el Actum de Sauvignon Blanc y me pareció una explosión de frutas tropicales en nariz, fresco, equilibrado y muy perfumado. 



Seguíamos catando vinos y esta vez fue un rosado de la Cooperativa  Latorre Agrovinicola, un clásico de variedad bobal, joven, fresco, equilibrado y sobre todo muy natural sin ningún aroma o sabor demasiado subido de tono, destacando la uva y las frutas rojas como trasfondo. Además me comentaron que este vino, Parreño es su nombre, está a un precio interesantísimo, casi casi por debajo de 1 euro.


Seguíamos catando vinos pero a su vez las Amas de Casa venturreñas nos deleitaban con platos típicos de su cocina como el embutido, el gazpacho venturreño (una variante del gazpacho manchego) y unas torrijas de pan muy exquisitas.



El siguiente descubrimiento fueron dos vinos, para mi los mejores de la noche, estos fueron Casa Lo Alto, un tinto reserva de 2006 y un blanco fermentado y madurado en barrica del varietal Chardonnay. Dos excelentes vinos, lástima que los propietarios de la bodega no estuviesen presentes, pero para mi fueron los mejores de la noche sin duda, tanto el blanco como el tinto.



Y por último caté los vinos de la bodega Aranleón, perteneciendo a la pedanía de Los Marcos de la localidad venturreña, y que tenía sus vinos insignia como el Sólo, Aranleón Selección especial y Ahora, un magnifico vino fresco y frutal destinado a ser un vino para cualquier momento y ocasión.



La velada terminó con una cena familiar en el restaurante del pueblo para reposar las sensaciones y sabores que la tarde nos había brindado.