SegĂşn la Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y del Vino, en su artĂculo 24, "se entiende por «pago» el paraje o sitio rural con caracterĂsticas
edáficas y de microclima propias que lo diferencian y distinguen de
otros de su entorno, conocido con un nombre vinculado de forma
tradicional y notoria al cultivo de los viñedos de los que se obtienen
vinos con rasgos y cualidades singulares y cuya extensión máxima será
limitada reglamentariamente por la AdministraciĂłn competente, de acuerdo
con las caracterĂsticas propias de cada comunidad autĂłnoma y no podrá
ser igual ni superior a la de ninguno de los términos municipales en
cuyo territorio o territorios, si fueren más de uno, se ubique".
Con esta definiciĂłn se califican como Vinos de Pago, los que son elaborados y embotellados en estas circunstancias, es decir, la uva proceda de estos parajes, fincas o parcelas, se almacene, se elabore el vino y se haga su crianza en el mismo lugar que enumera el punto 1 de dicho artĂculo, de forma separada a otros vinos que no lo sean y cumpliendo con una serie de requisitos e implantando un sistema de calidad integral en todo el proceso.
Quizá esta legislaciĂłn pueda a adaptarse a muchas bodegas, que sean capaces de cumplir con la amplia definiciĂłn que esta ley concede, pero está en manos de las Comunidades AutĂłnomas el poder legislar y aprobar sobre las caracterĂsticas particulares, pliegos de condiciones y concesiones de este tipo denominaciĂłn de origen.
Asà pues actualmente encontramos pocos Vinos de Pago con este tipo de denominación, ya que no todas las Comunidades Autónomas dan lugar a la concesión de este tipo de calificación y asà puede sorprender que el término Pago se aplique a nombres comerciales, pero no por ello obtengan calificación excepcional para ello.
Decir que en la pirámide de la calificaciĂłn de los vinos, Vino de Pago estarĂa en la más alta, por lo que se supone que la calidad de los vinos que formán parte de esta Ă©lite debe ser algo superior que los que por debajo se posicionan, no menospreciando por ello, incluso vinos sin calificaciĂłn como los denĂłminados simplemente vino, sin sello de ningĂşn Consejo Regulador.
En la Comunidad Valenciana, disfrutamos actualmente de 4 concesiones de Vino de Pago, asà pues la comarca Utiel-Requena es la que concentra en su paisaje, diferentes pagos. El primero de ellos fue El Terrerazo, proyecto de Bodegas Mustiguillo con 87 Has. es un espacio dedicado a producir vinos cono un carácter único en la zona.
Pago de los Balagueses, de bodegas Vegalfaro y Pago Chozas Carrascal, fueron los siguientes, el primero con los vinos de la Finca La muela, y el segundo con los vinos Las Tres, Las Cuatro, Las Ocho y el Cabernet F, de la finca ubicada en San Antonio.
El último Pago en la zona, situado en paraje de la rambla de Estenas, en Utiel, es Pago Vera de Estenas, que con su primer Vino de Pago, Martinez Bermell Merlot 2013, entra en este selecto club situado en la cúspide de la pirámide de calificación de los vinos españoles.