Por tercer año consecutivo, la bodega alicantina Enrique Mendoza, ha preparado un magnífico evento para dar a conocer la cultura del vino a través de la III Enoescapada que ha organizado en su bodega de Alfáz del Pi.
El evento consistió en una jornada lúdico-festiva, del 17 al 19 de abril, conociendo de primera mano los vinos que la bodega elabora, así como enseñar con talleres, diferentes maneras de entender el vino. Por ejemplo el taller del roble, es una manera de dar a conocer las diferencias de un vino cuando pasa por un tipo u otro de barrica, en este caso roble francés y americano, distinguiendo, con una misma variedad de uva, como el vino elaborado es capaz de aportar las sutilezas en cuanto a aromas y gusto, así pues hemos catado un vino que ha pasado por dos tipos de barrica y cómo distinguirlas fácilmente.
El evento consistió en una jornada lúdico-festiva, del 17 al 19 de abril, conociendo de primera mano los vinos que la bodega elabora, así como enseñar con talleres, diferentes maneras de entender el vino. Por ejemplo el taller del roble, es una manera de dar a conocer las diferencias de un vino cuando pasa por un tipo u otro de barrica, en este caso roble francés y americano, distinguiendo, con una misma variedad de uva, como el vino elaborado es capaz de aportar las sutilezas en cuanto a aromas y gusto, así pues hemos catado un vino que ha pasado por dos tipos de barrica y cómo distinguirlas fácilmente.
También, como en años anteriores, hemos podido observar como se fabrica y se tuesta una barrica de roble en directo, gracias a la tonelería Herfe,
donde se explica como se encastran las duelas, el tostado, el tipo de
madera... un interesante encuentro. También la empresa que produce los
corchos estaba mostrando como se producen los corchos de manera natural y los diferentes tamaños y calibres se podían ver y tocar en la demostración.
Aparte del vino también había una degustación y cata de quesos, aceite de oliva, participó también el Restaurante El Xato de la localidad de La Nucía, que contaba con un espacio para que los participantes pudieran degustar aperitivos y comidas varias.
Mientras, se seguían haciendo talleres como la cata del Terroir, diferenciando una misma variedad de uva, con un mismo vino de dos diferentes parcelas, una de terreno arenoso que proporcionaba un vino suave y afrutado y la otra de una parcela pedregosa de suelo abrupto que aportaba un vino con más estructura y mucho más fuerza. A la vez y cada media hora la Escuela de Catas de Alicante, descubría a los asistentes las notas de cata de los vinos que se podían probar en la degustación.
Hubo un taller especial, y este año como novedad, que fué la presencia de Chocolates Valor, se trataba de ver como se elaboraban bombones en directo, para poderlo maridar con el vino dulce natural Dolç de Mendoza, un Monastrell que concentra la esencia de la variedad y del terruño. Un magnífico día que para compartir los vinos de Pepe Mendoza,
al cual le agradezco el momento en que hemos conversado para saludarnos
de nuevo.
Catamos vinos como, el Chardonnay
2013, un vino jóven muy fresco, buena acidez y con aromas a frutos tropicales
maduros, los tintos, fueron el Pinot Noir, El Cabernet Sauvignon- Monastrell, es un vino más estructurado, quizá con mezcla de barricas, destacando cacaos y torrefactos, y una fruta negra muy madura.
El 'Viñedo Mágico' era un 'coupage' de Cabernet, Garnacha
y Monastrell, muy fresco, en nariz toques de vainillas, pero sobre todo
mucha fruta, frambuesas, gominolas de fresa, en boca ligeramente acido,
pero ideal para tomar de manera informal con un puntito de frío y
estupendo para las noches de verano que se nos vienen y disfrutando de
una barbacoa entre amigos. También un Merlot-Monastrell, por supuesto este año estuvo Estrecho, el Monastrell más singular de la bodega.
El vino más sublime el Santa Rosa, una mezcla de Cabernet Sauvignon para darle estructura, elegancia con la merlot y fruta con la syrah,
su paso por barricas francesas lo hacen muy agradable, balsámico diria
yo y a la vez potente pero sin perder el equilibrio entre tanino,
acidez, estructura y fruta.
Una vez más disfrutando de un buen día en compañía de unos buenos vinos y amigos en un entorno privilegiado como el enclave de la bodega , eso sí, con un aforo excesivo para mi gusto pero bien organizado.