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lunes, 6 de julio de 2015

Pasión Manchuela 2015

El pasado 29 de Junio en el Hotel Balneario Las Arenas de Valencia, tuvo lugar un evento organizado por el portal Verema.com para promocionar los vinos de bobal de la vecina D.O. Manchuela. #PasionManchuela era el hastag sobre el que 11 bodegas de dicha denominación de orígen, nos traían sus elaboraciones a Valencia para que pudiésemos disfrutar de ellas, como hace unos días atrás lo hicímos con Placer Bobal y la D.O. Utiel-Requena en el mismo escenario.

Las 11 bodegas participantes fueron:
  • Hijos de Florentino Pérez
  • Pagos de Familia Vega Tolosa
  • Pago Alto Landon
  • Bodega Cien y Pico
  • Nuestra Señora de la Estrella
  • Virgen de las Nieves
  • Bodegas Monteagudo Ruiz
  • Finca El Molar
  • Finca Sandoval
  • Bodega Iniesta
  • Vitivinos Anunciación
Todas ellas adscritas a la D.O. Manchuela y con sus elaboraciones de bobal. Aunque la sala era pequeña, hubo tiempo de catar interesantes vinos. 

Empecé por catar un vino de Vega Tolosa, Bobal Icón, un bobal en el que colabora Juan Manuel Gozalvo, vino jóven con 3 meses de roble francés muy afrutado, con toques especiados, muy equilibrado y armonioso.

Seguí catando los vinos de Monteagudo Ruíz, vinos que elabora Angel Clavijo en Señorío de Monterruíz, con su bobal de Maceración Carbónica 2014, pura golosina y el Cepas Viejas Monteruíz, Tempranillo y Bobal que acaba de cosechar el premio de AMAVI (Asociación de Mujeres Amigas del Vino).


La bodega Iniesta, conocida por ser de la familia del famoso jugador del FC Barcelona, Hechicero Finca El Carril, un coupage en la que destacan Syrah y Petit Verdot, es un vino excelente, muy potente en nariz, con ahumados y notas maduras, sorprendió su elegancia y equilibrio en boca.

Un vino cuyo éxito fue más que sonado es el de la bodega Finca Sandoval, con su mismo nombre, el cual era servidor por el periodista y propietario de la misma, Victor de la Serna, haciendo las delicias de casi todos los asistentes, este vino con base Syrah y con un fabuloso coupage de Monastrell y Bobal se muestra especiado, cremoso, con un cuerpo robusto, pero con una finura que lo redondea. Destacar también Salia y Signo Bobal, como dos vinos muy francos, el primero muy fresco gracias al aporte de la Garnacha en una mezcla base de Syrah y el segundo pura fruta con la elegancia de una crianza en barrica que lo envuelve en notas tostadas y dándole la madurez junto a la propia sensación de la fruta de la misma uva.


Tener el placer de conocer a Rosalía Molina, propietaria de la bodega Alto Landón, ya es un punto favorable para probar sus vinos, su Rayuelo, un bobal más allá de los lindes de la D.O. Utiel-Requena y lejos de los cultivos de uva del resto de bodegas de la D.O. Manchuela, es diferente, destaca la frescura del la fruta, notas mentoladas, madera bien integrada pero solo envolvente y da gusto catarlo en cualquier momento. Su vino de L'Ame Malbec es la apuesta por transformar una uva muy difícil de trabajar, en una dulce y sedosa sensación en boca con finura y elegantes aromas, además de ser una eleaboración monovarietal no muy usual en tierras españolas. Su blanco AltoLandón es también uno de esos vinos que enamora, imprescindible probarlo para disfrutar de unos aromas a fruta blanca, acompañada de fugaces toques ahumados, hinojos y hierba fresca recién cortada.


Bodega Cien y Pico es una pequeña apuesta por recuperar variedades como la Garnacha Tintorera y bobales viejos, haciendo monovarietales muy especiales, incluso vinos de doble pasta, como antaño se hacían, barricas nuevas e integración de aromas y sabores con estilos diferentes.

No tuve más tiempo para más, pero esta iniciativa de verema.com y D.O. Manchuela merecen repetirse más a menudo para disfrutar de los vinos que están elaborados principalmente con uvas autóctonas de la zona como la bobal es este caso.



martes, 10 de diciembre de 2013

Visita a la bodega Altolandón

Landete es una población de la província de Cuenca, situada a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, en una llanura rodeada de montañas, al oeste la Serranía de Cuenca, al norte Javalambre en Teruel, al este el Rincón de Ademuz en la provincia de Valencia y al sur por las montañas del Pico Pelado en la sierra de Mira (Cuenca).


En esta altiplanicie es la única de la zona, donde podemos encontrar viñedos, ya que el resto de cultivos está dominado por nogales, almendros, cereal y otros cultivos de secano y a escasos km. de la población encontramos la Bodega Altolandón.


Este proyecto, enclavado en la D.O. Manchuela, es uno de los más atípicos de esta denominación, ya que la zona está bastante alejada de las cooperativas y bodegas que la conforman, quizá sea más cercana a la vecina D.O. Utiel-Requena, pero que por sus características de suelos y clima la hacen diferente y sino única entre las demás zonas.

La bodega cuenta con 120 hectáreas de viñedo, en diferentes parcelas y suelos, en las que se cultivan variedades tan dispares como Tempranillo, Garnacha, Cabernet Franc y Sauvignon, Merlot, Malbec, Touriga nacional, Bobal, Monastrell, Chardonnay, Petit manseng y alguna más que me dejo pero que comprenden una variada selección para elaborar estos vinos tan diferentes.


Sólo el 25% de la cosecha se utiliza para elaborar los vinos que, Rosalía, la enóloga, trabaja de manera natural para conseguir vinos diferentes, que por supuesto conllevan un trabajo muy laborioso en el campo para conseguir un fruto óptimo antes de entrar en la bodega.


Debido a la situación en altura del viñedo (entre 1.000 y 1.200 metros sobre el nivel del mar) las maduraciones son tardías, haciendo que sea una de las últimas bodegas en vendimiar, ello permite que los vinos contengan más aromas a fruta fresca, con una buena acidez y bastante equillibrados, si añadimos que la altura les brinda una mayor radiación solar y una buena aireación, les permite madurar conservando los ácidos propios y las oscilaciones térmicas entre el día y la noche hacen que se enriquezcan en aromas y polifenoles, además de no tener que utilizar ningún producto químico para posibles plagas de hongos y enfermedades de la planta.


La bodega es una pequeña nave dividida en cuatro zonas, una para vinificar, otra sala para crianza, el almacen y zona de embotellado y una pequeña sala para catas con una mesa que nos muestra los distintos tipos de suelo de las parcelas, muy didáctica para conocerlos y que ha servido a la bodega para estudiar los clones de las plantas que mejor se pueden adaptar a dichos terrenos.

Se utilizan depósitos de 6.000 litros de acero inoxidable, de tipo tronco-cónico y con control de temperatura para hacer las fermentaciones de forma natural (sin añadir levaduras) y los remontados justos para que los vinos tomen su color sin repercutir en agresivos sabores y no incrementar el tanino.


Una vez elaborado los trasiegos normales a otros depósitos y barricas, van conformando las variedades que reposarán sobre barricas francesas, en su mayoría, de tostado ligero y que darán lugar posteriormente al 'coupage' que se determine para la añada a embotellar.


Los vinos elaborados son embotellados en la propiedad y luego reposan antes de ser puestos en el mercado, para que se vayan afinando, nosotros tuvimos la oportunidad de catar Rayuelo 2009, un vino 100% bobal y que me sorprendió por su untuosidad y delicadeza en boca, con un color rojo picota de capa media. El vino también me dio unas notas muy elegantes en nariz con frutos rojos y notas minerales, su frescura lo hacía muy fácil de beber y quizá dentro de unos meses esté mucho más afinados y se puedan encontrar alguna nota más de compota de frutos rojos.


Quedó pendiente catar el blanco de Chardonnay y Petit manseng, pasando estos vinos durante 12 meses en barrica, desde la fermentación en la misma, y que por la forma de su elaboración y las variedades en altura promete ser un perfecto anfitrión para acompañar algun asado de ave típico navideño.


También tengo interés por catar el monovarietal de Cabernet Franc, Altolandón CF 2010, una variedad muy aromática, que da vinos con poco color, pero de mucha más elegancia, proviene de climas fríos y su adaptación el la zona de la bodega quizá sea adecuada para producir un vino muy elegante. 


Una visita muy didáctica, estupendamente atendidos por Rosalía y que tuvimos el placer de compartir una copa de vino en un día frío pero soleado en la propia bodega.

domingo, 10 de junio de 2012

Productos naturales Monterruiz

De vuelta por estos lares me apetece contaros la experiencia que uno siente cuando se siente querido y valorado por personas que no te conocen y confían en ti.

Este es el caso de Feli y Paco Monteagudo, propietarios de la casa de agroturismo y bodega Señorío de Monterruíz. Estas personas luchadoras y emprendedoras han conseguido hacer de su casa un lugar acogedor y con excelente trato hacia las personas que hemos pasado por ella. Con el único interés de vivir dignamente, acogen en su negocio a personas que nos encanta conocer el campo y todo lo que le rodea.


Hace ya un par de años los conocimos y quedamos encantados de su hospitalidad. Nos alojamos en su casa y probamos su cocina y sus vinos, y desde entonces que nos mantiene una relación de amistad desinteresada que nos ha unido a mi familia con ellos y que espero sea larga y duradera.


El año pasado se me ocurrió diseñar una etiqueta para su vino de bobal, una etiqueta divertida y colorida que le diese una personalidad propia a la botella que contiene este tipo de vino. El vino ya tenía su propia personalidad por lo que solo faltaba darle ese toque especial para hacerlo más atractivo a los reacios a lo desconocido.



Efectivamente la etiqueta se ha incorporado al vino natural que produce la casa, pero en este caso al vino de Cepas Viejas de 2011, elaboración muy limitada a 1.500 litros y que ayer tuve la oportunidad de probar, junto al Bobal de maceración carbónica de 2011 y unas mermeladas o 'Gelees' de Bobal y Airén.

Efectivamente el Monterruiz Cepas Viejas 2011 es un vino espectacular, bien hecho, potente, con mucho cuerpo, diseñado para comer una buena carne o un buen guiso, perfecto para beber en compañía. Su color es rojo picota, limpio y brillante, con una densa lágrima que impregna la copa.


Este vino necesita oxigenarse un par de horas antes para conseguir su máximo esplendor, se trata de un vino joven de Bobal, Monastrell y Cencibela, pero de una calidad impresionante. Cuando se abre un poco empiezan a ascender aromas de fruta roja fresca, como grosellas y cerezas, luego se avn descubriendo aromas más complejos como la pimienta negra, la hierba buena y un toque de mineralidad muy sutil.

En boca tiene una buena entrada, buena acidez, quizá aparezca una astringencia tras deglutirlo, normal para un vino joven de estas características, pero que lo que pide a gritos es ser maridado con una comida basada en carnes y embutidos o incluso algún guiso potente.

Tambien catamos el Monterruiz Bobal Maceración Carbónica, un vino más complejo, con mucho color y potencia tánica, necesita muchas horas de oxigenación o ser decantado, es más maduro y seco, concentra aromas de golosina, fruta negra como moras, pimienta negra y menta. En boca es un bobal como antaño, fuerte y potente, con mucha astringencia, pero que mejora al cabo del tiempo convirtiéndose en un vino muy apetecible. También es un vino para acompañar una buena comida.

Simplemente comentar que todos los productos que Señorío de Monterruiz comercializa o sirve en  su casa son naturales, sin aditivos, limpios y totalmente ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Y lo más importante quizá en estas épocas que nos han tocado vivir, asequibles a cualquier bolsillo.

Para más información:

Monteagudo Ruíz S.L.
Plaza San Pedro, nº 17 y 18
Casas de Santa Cruz (CUENCA)

Telefono: 967 493 828
Fax: 967 493 828


E-mail: reservas@monterruiz.com
Web: www.monterruiz.com

domingo, 12 de junio de 2011

Retorno a la Manchuela

Organizamos una excursión al Señorío de Monterruíz este fin de semana, un lugar donde, rodeados de majuelos y campos de cereal, se tiene la oportunidad de vivir la paz y tranquilidad, bastante escasa en el entorno urbano.

Allí nos juntamos once personas para pasar el día junto a los propietarios de este complejo rural y bodega, lugar donde estuvinos visitando todas las instalaciones del mismo. El corral con los animales de pluma, el pequeño huerto de donde se proveen las hortalizas y frutas que después se degustaron en la comida, siempre de temporada, la casa de la que se dispone de dos estancias para poder disfrutar de unos días de tranquilidad y vida rural y la bodega, donde reposan los vinos en las tinajas de barro y las botellas que ya contienen parte de la cosecha.

La estancia allí proporciona momentos de relax, de conversaciones amables y cuando llega la hora de la comida, se van descorchando los vinos que vamos a degustar, mientras se sirven unas tapas caseras típicas manchegas (pisto, chorizos de matanza, tostas de pan casero, queso frito, huevos de corral...), va pasando por las copas un blanco de airén de muy poca producción, elaborado integramente en tinaja de barro, un vino fresco, con acidez marcada y con aromas tropicales y manzanas verdes que abren el apetito y la boca del comensal.


Conforme avanza la cata y el aperitivo, se van abriendo los primeros vinos de Maceración Carbónica de Bobal, también de producción limitada, y la explosión sensorial va recogiendo los aromas a fruta roja fresca, violetas y mentolados muy suaves. Mientras los sarmientos van prendiéndose para asar unas chuletas de cordero y los aromas del fuego junto con los aromas del Bobal Selección Joven 2010, un vino más graso y estructurado, fruto de una selección que termina dando un caldo intenso pero a la vez muy suave en la boca, recordando a la fruta negra madura y especias muy mentoladas, ideal para ir degustando esas chuletas a la brasa de sarmientos del año, tan aromática y con este vino para ir disfrutando de la comida.


Y en el postre, tras la fruta y el flan de huevo casero hecho al baño de maría, pasamos a degustar unas almendras con cobertura de chocolate, hecho de manera artesanal que maridaremos con un dulce de bobal casero y que hace las delicias de los paladares, ya repletos de gustos y aromas de la llanura manchega.


Tras el café y la tertulia y ya a la caída del sol paseo por los terruños de la zona, para bajar la comida y conocer de cerca las cepas y los campos de los que se abastece la bodega. En definitiva otro día para descansar, relajarse, beber y comer estupendamente y en la mejor compañía.


martes, 12 de octubre de 2010

Bodegas y Viñedos Señorío de Monterruíz


Al sur de la provincia de Cuenca, limitando con Albacete, en pleno corazón de la Manchuela, encontramos una pequeña bodega en la aldea de las Casas de Santa Cruz, perteneciente al término municipal de Villanueva de la Jara, que produce vino como antaño.

De VENDIMIA MONTERRUIZ 2010


El paisaje de la zona realmente muestra que el monocultivo de vid o cereal da vida a extensiones enormes en una llanura típicamente manchega, y entre miles de hectáreas van apareciendo los pueblos que viven de estos cultivos, así como enormes cooperativas vinícolas, que en estos días son hervideros de tractores con sus remolques cargados de uva.

Paco y Feli son los propietarios del Señorío de Monterruíz, personas que viven para y del campo cultivando cereal y preciosas cepas, algunas de pie franco, de variedades autóctonas de la zona como la Airén, Monastrell, Cencibel y Bobal.

De BODEGA MONTERRUIZ


Hace unos años, junto con la Casa de Agroturismo que regentan, decidieron dar el paso de volver a elaborar vino, como sus padres hacían desde principios del siglo XX. Empezaron buscando las mejores parcelas de su viñedo, parcelas con cepas viejas de casi 60 años y con ellas buscaron los mejores, mas sanos y maduros frutos en el momento óptimo.

Antaño las parcelas se plantaban sin tener en cuenta si las variedades se mezclaban o no, con lo que al elaborar uno de los vinos más diferentes que hoy en día podemos encontrar, no se percataron que las reglas de cultivo de la D.O. Manchuela no permiten elaborar vinos de parcelas donde se mezclan las variedades, y la verdad es que tuvieron que etiquetar su Señorío de Monterruíz Cepas Viejas como vino de mesa. Pero aunque se quisiera comparar con algunos vinos con etiqueta de D.O. no encontraríamos un vino de estas características.

De VENDIMIA MONTERRUIZ 2010


Señorío de Monterruíz Cepas Viejas es un vino sin crianza que combina variedades como Cabernet Sauvignon, Bobal, Cencibel y Monastrell, pero elaborado siguiendo las precisas instrucciones en las que se elaboraba vino a principios del siglo pasado. La bodega cuenta con unas pequeñas instalaciones donde se elabora casi artesanalmente el vino.

De VENDIMIA MONTERRUIZ 2010


Pensando en el futuro y adhiriéndose a la D.O. Manchuela, Señorío de Monterruíz pensó en elaborar uno de los vinos que más dificultad entraña por su variedad, la Bobal. Así es que seleccionando los mejores Bobales de cepas viejas, con parcelas de pié franco y algunas de pie americano, buscando el mejor ‘terruño’ con la mayor insolación durante el verano, y con suelos franco-arcillosos con una capa de guijarros muy característica de la zona, se decidieron a trabajar esta variedad.

Nacío en 2008 el Señorío de Monterruíz Joven Bobal, un vino en el que la bodega apostó por ampliar su producción, combinando las tinajas de barro tradicionales y depósitos de acero inoxidable para elaborar un vino sin crianza pero con una frescura y color muy característico de la Bobal y buscando la fruta y un punto de acidez en boca que lo hace bastante diferente de otros vinos de la misma variedad.

De VENDIMIA MONTERRUIZ 2010


También se elabora de forma artesanal siguiendo las recetas de los ancestros de sus propietarios y bajo el control de la D.O. Manchuela y asesorados por un enólogo de la zona conocedor de las variedades autóctonas.



Durante esta última quincena del mes de Septiembre y esta semana de Octubre, se han vendimiado unos 11.000 kg. de uva Bobal que se ha seleccionado y transportado a la bodega en cajas de unos 15 kg. cada una, para posteriormente llenar los depósitos de 3000 lts. y proceder a su fermentación alcohólica controlada usando un pié de cuba propio para el inicio de ésta. En este fin de semana, y tras los trasiegos, controles y análisis permanentes, se ha iniciado el ‘descube’ y prensado manual de los hollejos para dejar en reposo esta magnífica elaboración y esperar hasta su embotellado y salida al mercado a partir de final del año.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Agroturismo y vino en el Señorío de Monterruíz

En la provincia de Cuenca, entre Iniesta y Villanueva de la Jara concretamente en Casas de Santa Cruz, en pleno corazón de la Manchuela, se encuentra el Señorío de Monterruíz. Una casa de Agroturismo donde este mes de Agosto hemos disfrutado de una corta pero intensa estancia. Los anfitriones Feli y Paco nos adoptaron como miembros de su familia y la verdad es que nos sentimos arropados y muy agusto con su compañía.

De MONTERRUIZ

Se trata de una casa del siglo XVIII, totalmente restaurada y adaptada a las modenidades del siglo XXI, con bañera de hidromasaje, aire acondicionado, acceso a Internet vía WiFi,... pero en un entorno y una decoración de antaño que nos hace estar más en contacto con la naturaleza.

La casa dispone de comodidades, como antes he comentado, y de actividades muy variadas, como por ejemplo hacer jabón casero, ayudar en las tareas de la huerta, dar de comer a los animales de granja (pollos, conejos, patos, ...), recoger los huevos de éstos, divisar al amanecer o atardecer aves como la Avutarda, ...

Es posible también, aparte de contratar el alojamiento, de degustar las viandas manchegas típicas como los Gazpachos de animales de corral, arroces cocinados con sarmientos, pan hecho a horno de leña, y otros manjares que Feli prepara con mucho cariño y acierto.

De MONTERRUIZ

También se pueden visitar explotaciones de crianza de champiñones, ver las viñas que abastecen a la bodega, que en la explotación también elaboran vino casi de forma artesanal y con viñedos de más de 40 años que hacen de éstos una delicia al paladar, siguiendo instrucciones de antaño, que quedan reflejadas en un documento que la casa guarda en un museo etnográfico propio, vinos que pertenecen la DO Manchuela.


La verdad es que se trata de una visita muy recomendada para un fin de semana ideal para desconectar y conocer el mundo rural de primera mano, bien acompañado y disfrutando de buen vino y buena comida.

En un próximo post  comentaré los vinos que Señorío de Monterruíz elabora, así como unas fotos de los utensilios de elaboración y notas de cata de los vinos 'coupage' y varietal de Bobal Cepas Viejas.