viernes, 12 de septiembre de 2014

Vinos de autor o vinos de finca

En los últimos años se ha extendido la denominación genérica de vino de autor en vinos que no están calificados en denominaciones de origen, o simplemente no tienen contraetiqueta con el tipo de tratamiento o envejecimiento, o por puro marketing se le apellida al vino de esta manera.


Pero, realmente, ¿qué es o cómo podemos considerar un vino de autor?. No tengo una respuesta clara, pero si hablamos del significado de autor, es un artista o escritor que crea una obra literaria o escénica, cuya originalidad se le presupone, de ahí hablamos de autoría.

Si aplicamos este concepto al vino, consideraríamos que un enólogo crea un vino original, con unas características que lo hacen único y que se considera una obra. 


No digo que no pueda hacerse así, pues el toque personal del 'winemaker' siempre está presente en un vino, por ejemplo los multivarietales tienen una mezcla de diferentes porcentajes de uva que hacen un vino a medida de quien lo ensambla. La elección el tiempo de crianza, el tipo de barrica, el tostado también es una faceta artística, que también se acompaña de parámetros analíticos del vino, siendo esta parte más técnica, pero donde el enólogo tabién utiliza sus sentidos para saber cuanto tiempo y si el vino está listo o no para embotellar.


Otro concepto que a mi me gusta más destacar de un vino es su procedencia. Un vino elaborado en unas condiciones únicas, dígase un suelo diferente con condiciones climatológicas particulares, podemos denominarlo Vino de Finca o como dirían nuestros vecinos los franceses 'vin de terroir' (aquí lo hemos traducido como vinos del terruño).

Pienso que un Vino de Finca es el exponente máximo de la expresión de un vino, con un cultivo de la viña lo más respetuoso con el ciclo natural de la añada (suelo y climatología), una elaboración natural sin usar saborizantes o levaduras industriales y respecto a los tiempos y crianzas, buscar aquellos elementos que acompañen de una manera elegante y sutil a lo que el vino ya ofrece de por sí. 


Ofrecer unas características organolépticas lo más fieles posibles a lo que el 'terroir' nos ha brindado en cada añada, es la manera más fiel de reconocer un vino, buscar la frescura o la calidez según la climatología, los matices minerales, el color, el grado alcohólico, la acidez, .... son lo que realmente indican que el vino es un ser vivo que cambia dependiendo de los factores externos.


Bien es sabido que otro tipo de vinos son rectificados o fabricados en laboratorios que buscan una estabilidad en sus características, hay mercado para ese tipo de vinos, pero también es muy aburrido que diferentes añadas sean exactamente iguales. En mi poca experiencia en catas verticales (mismo vino diferentes añadas), tras la cata de los mismos y con una gráfica de las condiciones climáticas de dicho ciclo es muy interesante comprobar que los vinos no evolucionan igual, te sorprende cuando un vino de mayor edad se conserva mejor que uno más actual sabiendo en que condiciones se elaboró.


Así pues todos los elaboradores de vinos los considero autores, pero no todos pueden conseguir vinos de finca y que expresen todo su potencial, independientemente de la añada y de su crianza. Se puede disfrutar del mismo vino y de la misma bodega en diferentes añadas, sabiendo que la cepa de donde provienen es la misma.