La bodega Finca Rodma de Ribera del Duero se muestra optimista tras la vendimia de 2023. Una cosecha comenzó el 2 de octubre, más tarde que en 2022, y finalizó 10 días después. Este retraso vino motivado por las abundantes e inesperadas lluvias los primeros días de septiembre.
La DANA que se desplazó por buena parte de la geografía española el 3 de septiembre y que afectó, en especial, al centro de la península, modificó el comienzo de la recogida. Así lo explica Antonio Nieto, enólogo de Finca Rodma. “Empezamos la vendimia un poco más tarde que el año pasado ya que tuvimos que dejar que se reequilibrase la maduración de las uvas después de las abundantes lluvias de septiembre”.
El ciclo vegetativo de 2023 se caracterizó por ser muy cálido y seco. “Las cepas lo pasaron bastante mal en verano y todo apuntaba a una vendimia adelantada, pero las lluvias de septiembre afectaron a la maduración. En algunas zonas permitieron una mejora, sin embargo, en otras zonas el exceso de agua puso en riesgo la sanidad de la uva”. Ante esta situación, el equipo técnico de la bodega decidió esperar unos días para que la viña se reequilibrase tras el exceso de agua.
La mayor parte del viñedo de Finca Rodma se encuentra alrededor de la bodega, lo que permite un mayor control. Además, las uvas se recogen de manera manual en cajas de 15 kilos con el objetivo de cuidar al máximo la fruta. Tal y como comenta Antonio Nieto, durante la vendimia “tuvimos que vigilar mucho la integridad de la fruta hasta la entrada en el depósito y el comienzo de la fermentación, modificando nuestros protocolos de elaboración para adaptarnos a las circunstancias.” El resultado, augura, serán “vinos muy elegantes, con mucho equilibrio entre acidez y grado alcohólico. Además, contarán con bastante estructura para poder trabajarlos durante todo el año”. Antonio Nieto concluye que “en general creo que la añada va a ser de una gran calidad”.
En 2023 Finca Rodma ha vendimiado casi 150.000 kilos de uva, una cantidad superior a la del año pasado pero que sigue poniendo de manifiesto la filosofía de la bodega donde la calidad está por encima de la cantidad. La mayor parte corresponde a la variedad tempranillo, aunque también recogieron una pequeña cantidad de cabernet sauvignon, la última en ser cosechada ya que tiene una maduración más tardía.
Finca Rodma, una combinación de tradición y vanguardia en la “milla de oro” de Ribera del Duero
Los vinos de Finca Rodma se elaboran partiendo de un enfoque artesanal, pero con la tecnología como aliada para garantizar un proceso respetuoso. Un cuidado que se materializa, por ejemplo, en el método utilizado para trasladar tanto la uva como el mosto desde su recepción hasta la fermentación: la ley de la gravedad. Además, desde su adquisición en 2019, la familia Martín Rodríguez ha realizado mejoras significativas en la bodega para modernizarla y hacerla más sostenible.
Inspirada en el modelo del "chateau" francés, Finca Rodma se encuentra estrechamente conectada con la naturaleza. Las particularidades de la zona, con el río Duero como protagonista, influyen en el clima y las características del suelo, dos elementos fundamentales para la calidad de la uva. El resultado son vinos naturales con una personalidad única y una calidad extraordinaria. La bodega ha logrado excelentes críticas con los tres vinos que ha sacado al mercado: Finca Rodma Selección, Finca Rodma Avizor y su singular vino de guarda Gran Rodma.