jueves, 2 de febrero de 2017

La Arrocería La Plaza de Torrent nos muestra sus mejores platos

Como no todo es vino y éste mejor acompaña a buenas viandas, tuvimos el placer de visitar el Restaurante La Plaza o mejor llamarle Arrocería La Plaza, que es una denominación que les gusta a sus propietarios.

Sito en pleno centro de la localidad valenciana de Torrent es un acogedor local donde se profesa el amor por los arroces, pero sin descuidar otros platos y entrantes, perfectos para disfrutar de un buen mediodía y también de una cena completa.

Nuestro anfitrión, Diego, aunque ya retirado de los fogones pero buen comunicador de lo que sus hijos elaboran en el restaurante, nos dejó muy claro cuál es la temática gastronómica del local, aunando tradición y algo de modernidad, quizá no muy vanguardista, pero con notas o guiños a elementos más exóticos, como por ejemplo un toque de wasabi en la ensaladilla rusa, uno de los platos estrella de casa.

Personalmente me pareció una intersante velada y pudimos debatir en torno a una serie de platos contundentes y que admiten sus críticas así como sus alabanzas. Personalmente me enamoré de La Cassola de Sant Blai o Arroz torrentí, pero también pude conocer su famosa ensaladilla rusa.

Los platos que fuimos conociendo y que Diego y su hijo nos iban sacando son una muestra de lo mejor de su carta. Nada que objetar a entrantes tan clásicos como el Jamón Ibérico y el queso manchego, de calidad, buen producto.

La ensaladilla rusa con mahonesa al toque de wasabi es un clásico con guiños exóticos, ciértamente el condimento asiático estaba muy sutílmente disimulado, pues apenas pudimos notarlo en el mismo, creo que no es necesario retocar un producto muy natural y muy fiel a una ensaladilla tradicional.




Otro producto elaborado directamente por el restaurante es el Mi cuit de foie casero con mermelada de higos y jalea de rosas, buena textura, saboroso, quizá demasiado dulce, sobraba la mermelada o le faltaba un toque de sal, aunque la llevaba en escamas por encima. La Jalea de Rosas espectacular.

El timbal de sepia con ajoarriero suave (sin bacalao) pasó sin pena ni gloria por la mesa, correcto pero sin pretensiones.

Un plato que me gustó bastante (la salsa excesivamente dulce pero sabrosa) fue los corazones de alcachofas con gambas y crujiente de jamón, buena presentación y excelente fusión de producto, tierra y mar.

El plato de pulpo braseado con parmentier de patata y sal negra estaba muy conseguido, gustos y excelente, le añadimos el aceite de la casa, un AOVE ecológico de la provincia de Albacete que realza el sabor del pulpo, a pesar del braseado que por cierto, estaba en su punto.

La presentación del calamar de playa a la plancha con habitas y ajos tiernos fue espectacular, el sabor, la textura y la conjunción de ingredientes hacen un plato delicioso, muy tradicional.

Dados de sepia a la plancha con salsa Mery y Módena, otro plato tradicional, correcto y quizá el toque de Módena está de más, bajo mipunto de vista.

La Cassola de Sant Blai o Arroz torrentí es un arroz estilo al horno pero con el caldo y los ingredientes de un cocido, bien tostadito, con su blanquet y la pelota dulce de mazapán. Es unplato típico de Torrent, que por estas fechas celebrá Sant Blai. Para mi una delicia. El otro arroz que nos sirvieron es un Arroz de pato confitado y deshuesado, ajetes, boletus, foie y trufa, buena presentación, grano suelto, para mi un poco fuerte de sabor, también recomendable.
 

Terminamos de degustar los platos principales con un lomo de bacalao con muselina de miel y ajoaceite, algo falto de cocción pues estaba poco hecho y una chuleta de ternera de Burgos muy correcta, sabrosa y tierna.

El remate unos postres caseros, a saber,  tarta de queso con chocolate caliente, brownie de chocolate con crema inglesa y polvo de crocanti, tarta de la abuela casera, tarta tres chocolates  y tarta de chocolate blanco y frambuesa.

En cuanto a la carta de vinos, clásica y correcta,  guiños a algunos vinos valencianos como los tintos Vegamar Garnacha y clásicos como el Rioja Beronía Crianza o el Ribera del Duero Balbás, quizá yo introduciría vinos más autóctonos como algún Bobal de gama alta o Monastrell alicantino y en cuanto a los blancos probamos un Verdejo de Prado Rey y lo mismo, apostaría por alguna Merseguera valenciana.