miércoles, 4 de mayo de 2011

Visita a Bodegas de Tenerife (I)

Como comentaba en el anterior 'post', Tenerife es un espacio enológico a tener en cuenta en el mundo de los vinos, por muchas razones como su clima y su 'terroir', sus variedades autóctonas y adaptadas, sus bodegas y las personas que las trabajan y sobre todo por los vinos que están elaborando en un entorno cada vez más competitivo y de numerosas marcas.


Como no es posible visitar ni catar todos los vinos de la isla, empecé por visitar una bodega encontrada aleatoriamente en Google como 'bodegas de Tenerife', esta fue Tajinaste Viñedos y Bodega. Efectivamente, tras visitar por la mañana el Loro Parque, símbolo de la isla en la conservación de especies animales, pusimos dirección al Valle de la Orotava, en concreto a La Perdoma, donde encontramos esta pequeña bodega pero con bastante renombre en la isla, perteneciente a la D.O. que lleva el nombre del valle.


Allí nos atendió Agustín García, en propietario y enólogo de la bodega al que 'pillamos' literalmente con las manos en la masa, preparando para embotellar y con la bodega en plenas obras de ampliación, los viñedos estaban alrededor de la bodega y allí estaban las cepas más antiguas en el trenzado tradicional de la zona y nuevas en espaldera, conformando un paisaje espectacular que contrasta el verde de las cepas con el oscuro suelo volcánico donde están plantadas. Agustín muy amablemente me dió a catar un Tinto Tradicional de Listán Negro madurado en barrica, un vino de color cereza oscuro, aún con tintes violáceos, muy afrutado, recordando a frutos frescos del bosque (moras, arándanos, ...) muy suave y de bastante estructura.


También tuve su recomendación para visitar la siguiente bodega y la vinoteca 'El Gusto por el Vino' de la capital tinerfeña, donde pude catar algún vino más de la isla, así como algunos restaurantes y sumilleres que conocí despuén en el certamen ferial Agrocanarias, que tuve la oportunidad de visitar el último día de estancia en la capital 'chicharrera'.


Al día siguiente, y con la excusa de visitar el famoso 'Drago Milenario', pusimos dirección hacia el Noroeste de Tenerife, y en el municipio de La Guancha encontré la siguiente bodega que tuve el placer de visitar. Allí me esperaba Juan Jesús Méndez a las puertas de la bodega Viñátigo, una de las bodegas que más está estudiando las variedades autóctonas y su adaptación a los terrenos de la isla. Esta bodega pertenece a la DO Ycoden-Daute-Isora y la superficie cultivada se encuentra en el noroeste con cultivos desde el nivel del mar hasta aproximadamente los 700 metros y con variedades prefiloxéricas únicas en el mundo que confieren esa personalidad, que junto con el clima, tienen los vinos canarios.


Tras visitar la bodega que está construída desde arriba hacia abajo, aprovechando la gravedad para el trasiego de la uva y el mosto, conversamos sobre los distintos varietales que sirven para  la elaboración de vinos únicos, y que constantemente están investigando en distintas sedes académicas para intentar aprovechar al máximo su potencial. También hablamos que la bodega tiene desarrollado un complejo software para el control y trazabilidad de todas las elaboraciones, con lo que es facil poder obtener la información de un vino en un momento determinado de su elaboración y procedencia.


Tuve la oportunidad de catar dos vinos blancos, uno seco de Marmajuelo que desprende aromas a frutas tropicales y hoja de higuera y un dulce natural de Malvasía sobremadurada en la cepa, que pasa por barrica 2 meses, con un color dorado brillante y aromas que recuerdan a orejones y piel de naranja, muy aterciopelado en boca. De esta bodega también degusté dos tintos, uno en la propia bodega y otro en una cata de La Casa del Vino, de la que hablaré después. El varietal Tintilla con más de 1 año de barrica francesa es un vino de capa muy alta y color rojo picota, en nariz destacan los aromas a tabaco y chocolate negro, tiene un buen ataque y es bastante estructurado y persistente. El otro varietal fué el de la variedad Baboso Negro, una especie complicada de cultivar en esta zona que nos da un vino con un color rojo picota intenso, con aromas mentolados y minerales, con el toque salino que casi todos los vinos de la isla destacan, y que en boca se mantenía muy suave y sedoso. Una visita instructiva y desde luego bastante enriquecedora.

2 comentarios :

Toni dijo...

Si solo tienes tiempo para visitar una bodega ¿cuál me recomendarías?.

vinovalenciano dijo...

Visita La Casa del Vino en la Baranda, allí encontrarás casi todos los vinos e la zona