domingo, 24 de febrero de 2013

Vinos de Castellón: la revolución del terruño

El sábado se celebró en el antiguo casino de la ciudad de Castellón, la IV Edición de los Mejores vinos de Castellón, organizado por ASUCAP (Asociación de Sumilleres de Castellón y Provincia) y con la participación de las bodegas que han querido mostrar sus productos y que se conozcan sus vinos en la capital castellonense.


Por supuesto que a este evento quería acudir para comprobar que estamos asistiendo a una de las revoluciones vitivinícolas más importantes de los últimos años en España. Aún siendo IGP (Indicación Geográfica Protegida), los vinos de Castellón rezuman terruño por todas partes. La mayor concentración de bodegas la encontramos en el norte de la provincia, entre el Pla de Les Useres, Vilafamés y Benlloch, contando también con la zona oeste o vega del Palancia, que también está elaborando vinos de mucha calidad.


La auténtica revolución viene en el aporte del terruño a estos vinos de marcado carácter mediterráneo, por encima de todo, pero con un toque fresco que los hace parecer atlánticos. Hablando de los vinos de la zona norte, nos encontramos que la cadena montañosa litoral entre Benicassim y Oropesa, conforma una barrera natural para los cálidos veranos, que protege a las uvas plantadas en los términos de Useres, Vall d'Alba, Vilafamés e incluso Benlloch de sufrir excesiva madurez, aportando la humedad necesaria y el frescor de la noche, con el fin de conseguir frutos equilibrados y por tanto vinos marcados por un frescor típico de zonas más atlánticas.


En cuanto a los vinos de la zona más occidental de Castellón, nos encontramos que entre las sierras Calderona y del Espadán, a la vega del río Palancia, se encuentra un corredor de aire fresco del mar mediterráneo que es capaz de refrescar las viñas situadas en los términos de Almedijar, Azuébar, Segorbe... de donde salen tintos más mediterráneos, frescos, pero con bastante más carácter que en la zona norte.


Bodegas como Baron d'Alba, Vicente Flors, Castillo de la Duquesa, Gabriel Mayo, Mas de Rander, Vinya Natura, Masía de la Hoya, Vega Palancia y otras que me dejo en el tintero, pero que me gustaría conocer, estaban en el recinto del antiguo casino de Castellón, dando a degustar sus vinos.


Se entregarón medallas a los vinos por votación de los miembros de ASUCAP y estuvieron galardonados vinos como Magnánimus de Mayo García, Clos d'Esgarracordes blanco de Barón d'Alba y Flor de Clotás 2010 de Vicente Flors entre otros vinos que también obtuvieron sus galardones.


Gracias a todos los participantes y a ASUCAP por hacer de este evento uno de los más importantes dentro del mundo de los vinos en la Comunidad Valenciana, ya que creo que esto es el principio de una nueva Denominación de Origen, protegida quizá, donde es posible posicionarse, con tiempo y muchísimo trabajo a la altura de otras zonas, gracias a la calidad de los vinos que estamos pudiendo catar hoy en día y que cada día irán a mejor, al menos eso espero.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Rioja o Ribera...

Este pasado fin de semana fuí a visitar Madrid, una visita cultural expres que incluyó El Prado, El Palacio Real y los monumentos y plazas más emblemáticas de la capital del reino. Por supuesto hubo tiempo para disfrutar de unas buenas tapas y quizá de vinos, aunque esto último no me acabó de gustar.


Es posible que me tachen de 'chauvinista' si digo que no encontré vinos valencianos en las típicas tabernas de tapas madrileñas, pero tampoco encontré ninguna garnacha de Madrid, por ejemplo. En emblemáticos sitios como La Dolores, Revuelta, La Fábrica... solo me ofrecían Rioja o Ribera del Duero, hablando de tintos, mientras que los Rueda eran la única opción de blancos y alguna garnacha navarra donde tenían rosados (sólo en un lugar).


Pienso que para el chateo o el tapeo, las opciones son escasas, pero por qué no contar con algún vino más, como un bobal de Utiel-Requena, un blanco del Penedés, una garnacha del Campo de Borja, etc... También es cierto que no he hecho un estudio en profundidad de los vinos que ofrecen las tabernas madrileñas, pero seguro que el 90% sólo te dan esas dos opciones.


Tempranillo y más tempranillo (supongo) son las opciones a elegir, y yo me pregunto ¿sólo con el tempranillo riojano o de la Ribera se puede abastecer una ciudad como Madrid?. Supongo que no y es por ello por lo que escribo estas líneas, ya que al igual que Barça y Madrid, rojos y azules y otros ejemplos de dualismo en este país, si algo tenemos para presumir y engrandecernos, es que tenemos una variedad cultural y gastronómica que nos hace ser diferentes de otros países de nuestro entorno.


Así que la próxima vez que vaya a Madrid, me llevaré mis botellas de vino y degustaré las fabulosas tapas con vinos de otras regiones, a ver si así me saben mejor.

domingo, 10 de febrero de 2013

XX Feria del embutido de Requena

Este año coincidiendo con el XX aniversario de la Muestra de Embutido Artesano y de Calidad de Requena, se ha estrenado el nuevo recinto ferial de la villa de Requena. Claro, que mejor estreno que realizar esta muestra en el recinto. Un recinto que desgraciadamente se ha quedado pequeño para albergar este evento, que tanto bombo y platillo se le había dado este año, para que se puedan acercar desde Valencia y área metropolitana a degustar manjares tan exquisitos.


No es que el recinto esté mal, ni tan siquiera es un problema para albergar a la gente, el problema es que, el Ayuntamiento de Requena y la Diputación de Valencia, habían colocado en el centro del recinto dos casetas que ocupaban un espacio vital para que la feria estuviese mucho más repartida y las personas pudiesen hacer cola y a la vez degustar los vinos y embutidos de la zona.



No quiero decir que la esencia de la feria, dígase embutidos y productos típicos de la gastronomía requenense, estuviera mal organizado, pero si en cuanto a la ubicación. También tengo que criticar que los tiques de degustación están ya organizados, de manera que puedes degustar 6 platos de embutidos, 2 de vino, 1 de panadería y otro de amas de casa, pero no sería más lógico que cada uno degustara lo que más le guste, de manera que si te apetecen más de dos copas de vino lo puedas hacer con un trocito del tique y no obligarte a comer embutido sin más si quieres amortizar los 10 euros que cuesta el cartoncito que acompaña al plato y a la copa.


En fin hemos arribado pronto a Requena y justo para degustar lo que nos ha apetecido sin agobios, pero a a partir del mediodía era imposible tomar nada, debido a las colas y al poco espacio que había para pasar y poder degustar otras cosas diferentes.

Como no hemos podido probar más que dos vinos, hemos preferido acudir a la sede de Ferevín, donde nuestro amigo Felix Martínez (Fali para los amigos) estaba comentando tres de sus vinos de la Bodega Vera de Estenas, vinos de finca que son la apuesta segura de los vinos de la zona y que nunca defraudan.


Al final ha sido un ventoso y frío día de febrero, donde al menos hemos degustado los productos típicos de la zona y que es mejor ir cualquier fin de semana, comprar embutido, vino y de paso comer en los restaurantes de la ciudad donde sin aglomeraciones ni prisas, cualquier día del año se disfruta sin problemas.

sábado, 2 de febrero de 2013

Nos gusta el mes de febrero

A veces buscamos encontrar el mejor producto, la mejor botella de vino y la mejor compañía con tal de maridar aromas, sabores y sensaciones. Quizá esto nos lleve a recordar aquel banquete, aquel vino que se cató en un evento y sobre todo cuando lo has podido compartir en esos momentos con las personas que te rodean.


Estamos ya en el mes de febrero y prácticamente se nos acaba el invierno, real es que por aquí, por Valencia, a veces no tenemos la sensación de dicha estación, propiamente dicha, pero en cuatro días estamos celebrando las fallas. Ahora es tiempo de volver a visitar aquellos parajes que nos recuerdan que los días son más largos, dar esos paseos por el campo, ver como las viñas están hibernadas, algunas ya podadas del todo y sobre todo saber que los vinos del año anterior, casi ya están listos para embotellarse y salir al mercado.


Recuerdo que los primeros rosados y blancos del año están ahí esperando, ahora por estas fechas, que los descorchemos y aprovechemos el aperitivo del mediodía para disfrutarlos, junto con amigos, familiares o en la soledad de una tapa al sol de este fugaz invierno. También es posible que las añadas que reposaban en barricas y botellas con vinos de guarda, empiecen a asomar y podamos acompañarlos de buenas viandas, siempre buscando disfrutar de sensaciones y el momento.


Desde luego durante este mes tengo una agenda apretada en mi tiempo dedicado, siempre de forma altruista, al mundo del vino. Actualizar fichas de cata de vinos de Bobal, esa variedad que puede sorprendernos y que no tiene tanta prensa, pero que se va posicionando entre las todo poderosas reinas del mercado. Seguir visitando bodegas que me transmitan esa manera de hacer vino casi artesanal, donde entrar en una sala de barricas y embriagarse de aromas tan diversos.


Pienso compartir esa visión de disfrutar del 'slow life' de una manera mucho más profunda, aprovechando cada momento, cada minuto y cada lugar como si necesitara de ello para poder soportar el estrés de la ciudad y del día a día. También tengo en proyecto reunirme con algunos de los enólogos más importantes que hacen vinos estupendos para compartir con ellos una visión más personal de su trabajo y trasladarlo a través de este medio para que conozcáis quién esta detrás de los vinos que nos bebemos.




Muchos proyectos para tan poco tiempo, pero buscaremos la mejor manera de compaginar todos los proyectos con mi vida personal y familiar con el fin de que podáis disfrutar de mis relatos, que os aseguro que yo si que lo hago.