domingo, 26 de enero de 2014

Bobal Alta Expresión

Muchas veces hemos observado en las contra etiquetas de las botellas que califican un vino, sobretodo en las perteneciente a una denominación de origen, que rezan la categoría de un vino, hablamos de crianzas, roble, madurado en barrica, reserva...


Ayer encontré una etiqueta que me sorprendió, pues era el primer vino de Bobal que identificaba al vino como Bobal Alta Expresión, amparado en la DO Utiel-Requena. Es posible que no sea la única pero me sorprendió verla en un vino que probaba por primera vez y que desconocía cual era el significado de la misma.

Buceando por la web y en un documento del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, encontré la definición de este tipo de etiqueta:

viii) Mención  ”Bobal Alta  Expresión” para  los  vinos  amparados por  la  Denominación  de  Origen  Protegida  Utiel‐Requena,  monovarietales  de Bobal, con o sin crianza, que garanticen la máxima expresión del territorio con esta variedad.  Los viñedos serán de más de 35 años de antigüedad, tendrán un rendimiento inferior a 4.000 kg/ha (29.60 hl/ha) y no podrán ser regados salvo autorización previa del Consejo Regulador.  

La  viticultura  aplicada se  centrará  en salvaguardar  el  equilibrio  biológico  del viñedo y será respetuosa con el medio ambiente. Todas las prácticas agrícolas realizadas se justificarán a través de un cuaderno de campo. La bodega deberá garantizar en todo momento la absoluta separación en sus instalaciones  de  estos  vinos  respecto  de  otros  elaborados,  declarando  su procedencia. La etiqueta reflejará el número de botellas obtenidas en la partida de vino calificada con esta mención.  




Así que el descubrimiento viene a confirmarme que la elaboración de vinos con este tipo de calificación, supone un reconocimiento a la uva autóctona de la comarca, buscando diferenciarse de otras explotaciones que, aunque elaboren estupendos vinos, no hagan este tipo de control sobre la cosecha.


Si analizamos bien esta reglamentación, estamos hablando de producciones de viñedo viejo, de bajos rendimientos y totalmente de secano, si además dejamos que sean respetuosos con el medio ambiente, encontraremos un fruto que realmente muestre la esencia de la comarca y como antaño se cultivaba la uva.

Si con este fruto y el buen hacer de los elaboradores seguro que encontraremos un vino natural, expresión del terruño (que tan de moda está actualmente) y que dará vinos cuando las añadas lo permitan, será un nuevo deleite para los sentidos poder catar estos vinos y su evolución futura.



sábado, 18 de enero de 2014

¿Técnicas de viticultura sinónimo de mejor vino?

Tenía interés en estudiar algún tratado de viticultura, siendo totalmente lego en la materia, decidí buscar en mi pequeña biblioteca, llena de manuales de informática y telecomunicaciones, un manual de viticultura que compré hace un par de años, no fue tarea fácil, pero al final lo encontré.


Lo había leído un par de veces, pero no había entendido muchos de los conceptos, pues siempre que visito bodegas o me reúno con enólogos, pocas veces salen temas de viticultura, aunque la mayoría de ellos comentan que en el campo es donde empieza a gestarse un buen vino.


De todos es sabido que cualquier fruta o verdura, sana, en su punto óptimo de madurez y con buena pinta, apetece comprarla para su ingesta o su uso culinario, aunque hoy por hoy muchas veces lo que vemos no tiene nada que ver con su sabor o cualidades organolépticas. Pues bien la uva, como fruta, debe producirse de manera que obtengamos los mejores frutos, sanos, óptimos en madurez, azúcares y además buscando la mejor concentración en aromas y sabores.


Para ello es necesario conocer bien la planta, la vid es una planta perenne que, habitualmente alcanza la madurez a los 30 o 40 años de haberla plantado, es capaz de dar sus frutos al tercer o cuarto año, pero si queremos conseguir una uva de calidad (si las condiciones climatológicas no lo impiden), debemos cuidarla y aplicar ciertas técnicas y conocimientos, sobre todo si nos iniciamos a plantar nuevas cepas o variedades que no son autóctonas.


Para empezar recordar que tras la plaga de la filoxera, que arrasó prácticamente todo el viñedo europeo, todas las vides plantadas no tienen más de 100 años, primero porque el ciclo natural de estas plantas está sobre esa cantidad de años, considerándose plantas muy viejas, y después porque las vides europeas fueron pasto de la plaga de la filoxera, que indirectamente causó la muerte de las plantas por los hongos y bacterias que terminan por matar a la planta. La solución llegó con técnicas de botánica, y tras darse cuenta que las vides de procedencia americana no morían con la plaga filoxérica, se injertó la planta europea con el pié o raíz de la americana, pudiendo pues así seguir plantando cepas y cultivando las variedades europeas.


Si esto fué capaz de hacerse hace más de 130 años, hoy en día en el campo de la botánica y la investigación, se han conseguido muchos más avances. Estudios del terreno, de los patrones de injerto, de nuevas formas de cultivo (los famosos emparrados o espalderas), variedades nuevas basadas en el cruce de otras (por ejemplo la marselán, un cruce entre Cabernet Sauvignon y Garnacha), los sistemas de poda, el uso de productos químicos (de los que creo que no debería abusarse), de factores biológicos y aclimatación, sanitarios, control de maduración, poda en verde, etc. y muchas más técnicas de las que en el Manual de Viticultura de Alain Reyner (Facultad de Enología de Burdeos), he estado leyendo e intentado entender.


Cierto es qué los viticultores que conocen bien sus plantas y su terruño, son capaces también de aplicar su experiencia heredada y adquirida para conseguir su mejor fruto en sus plantas, pero un manual de viticultura no es ni más ni menos que plasmar esas experiencias, basadas en la investigación y dándoles el enfoque técnico para los futuros viticultores.


Tras esta breve reflexión, me pregunto si nos ayuda esto a que sea más fácil obtener mejor vino. La respuesta es clara, si la uva entra de forma correcta y con los parámetros de sanidad y organolépticos deseables, estoy convencido que el vino se hará solo. Hoy por hoy las bodegas están dotadas de las mejores infraestructuras para hacer vinos correctos y en condiciones de salubridad y limpieza espectaculares. 


¿Sinónimo de buen vino una buena uva?. A esta pregunta es el consumidor quien tiene la respuesta, hoy por hoy todos los vinos se elaboran de forma correcta, cuanto menos aditivos (que, autorizados se usan en el vino como correctores de acidez, levaduras artificiales, aromatizantes...), desde luego los procesos enológicos correctos serán más naturales, así pues un control de la elaboración correcta, obtener los parámetros deseados para envejecer los vinos en roble, la elección de las barricas, la conservación, el control del envejecimiento, el ensamblaje o 'coupage' de distintas variedades, así como un correcto envasado, haga que obtengamos un vino correcto, jóven o envejecido, en botella o 'bag in box', con tapón de corcho o de rosca, lo importante es que el vino esté sanitariamente correcto y luego serán nuestros sentidos los que juzguen si el vino nos gusta o no.


Animo a los viticultores a que produzcan la mejor materia prima para hacer vino, también animo a las bodegas y cooperativas a pagar por el esfuerzo de éstos, siempre y cuando se refleje en el producto, y animo a los consumidores, sobre todo a los españoles, a que consuman el vino que les guste, independientemente del color, la procedencia o la variedad, lo importante es consumir, siempre con moderación, este alimento que alegra los corazones (alegóricamente y científicamente hablando) y del que ya Noé (Génesis 9 de la Biblia) hacía alusión a ello.


domingo, 12 de enero de 2014

Cooperativa La Viña

Quizá hablar de una cooperativa no se asocie a hablar de una bodega, pero no es así, las cooperativas hoy por hoy son grandes bodegas de unos socios que aportan su materia prima y unos trabajadores que trabajan para gestionar esa materia prima y producir el resultado que, hace que se siga trabajando en el campo para mantener las economías que tienen su razón de ser en el trabajo del que viven miles de familias.


La Cooperativa La Viña, está situada en el municipio valenciano de la Font de la Figuera, y agrupa otros muchos municipios colindantes, así pues hablamos de muchos agricultores y propietarios de terrenos donde se cultivan, mayoritariamente, viñas y que aportan toda la materia prima para obtener el beneficio de la explotación y poder seguir viviendo del campo.


El modelo cooperativista del campo surgió a principios del siglo XX como una manera de subsistencia para el pequeño y mediano agricultor para tomas fuerza ante los grandes terratenientes, es posible que esta circunstancia tuviese un desarrollo no muy importante, pero fue la respuesta para agrupar ese minifundismo que ha caracterizado a nuestra agricultura y a aunar esfuerzos.


Desde su fundación en 1944, La Viña ha ido situando a una zona productora de uvas para hacer vino, en una de las más importantes de la provincia de Valencia, que junto a la comarca Utiel-Requena, han conformado la tercera región productora de vinos de España. A estas alturas del siglo XXI, esta cooperativa ha sabido posicionarse como una gran bodega dentro de los elaboradores de vino de la zona, así con sus casi 13 millones de kg. de uva, un equipo de gestión moderno y totalmente apoyado por sus socios, una política de marketing acorde con los tiempos y unas inversiones pensando en la continuidad, La Viña se ha posicionado como una de las cooperativas valencianas que más ha crecido en estos últimos años, tanto en ventas como en inversiones, también su pertenencia a AneCoop, la ha posicionado de cara al mercado internacional, donde exporta el 80% de su producto.


En nuestra visita de ayer, Jose Agustín Martínez, director general de la Cooperativa La Viña, nos presentó todo el proyecto y su evolución, una presentación dónde se nos mostró la evolución y los planes futuros para la cooperativa, desde luego basados en la calidad y modernidad, pero apostando por potenciar el producto obtenido de una materia prima a la que cada vez exigen mejor calidad y que hace incrementar el precio que obtienen los agricultores por su materia prima aportada conforme al nivel exigido.


Respecto a la bodega en sí, supone un gran esfuerzo inversor el automatizar todas las tareas de recepción, elaboración, crianza y embotellado de los vinos, pero a su vez implica que se pueden obtener vinos de calidad, tanto para el envasado en bag-in-box (una manera de tener vino bien conservado y facil de transportar, aunque no guste demasiado al mercado nacional), como para los vinos de crianza y destinados al canal de distribución de grandes superficies. El equipo de enólogos también aplica técnicas que en otros mercados (sobre todo de vinos del nuevo mundo), hacen que los vinos se puedan adaptar al consumidor, quizá, la clave para salir al mercado exterior.


Pudimos catar 3 de los 25 vinos que la Cooperativa elabora, así su marca Juan de Juanes, una marca que la bodega mantiene más de 25 años, ha cambiado para ofrecer un vino de gama media-alta a la gran distribución a un precio totalmente asequible. Juan de Juanes Vendimia Oro, Plata y Bronce es una gama de vinos que son modernos, nueva etiqueta y buscando al consumidor que busca un justiprecio y una buena calidad en sus vinos.


Juan de Juanes Vendimia Oro blanco, fue el primero que catamos, es una selección de uvas Chardonnay en su mayoría, que contiene una parte fermentada y criada en barrica con otra cantidad de vino jóven. Un vino brillante, lleno de matices aromáticos a frutas tropicales, sutil en aromas a madera y muy fresco, un blanco muy correcto.


Otro de la serie Juan de Juanes fue el Vendimia Plata Petit Verdot, una variedad por que la bodega ha apostado como producto diferenciado. Es un vino con mucho color, de capa alta, su nariz recuerda a fruta negra madura, notas de grafito y tostados provenientes de la barrica de roble americano donde permaneció 6 meses, en boca es bastante tánico, tiene fuerza y es un vino para disfrutar con carnes rojas y platos muy elaborados.


El buque insignia de la bodega es la marca Venta del Puerto, sus dos elaboraciones son la nº 12 (12 meses en roble americano) y la nº 18 (18 meses en roble francés). Este 'coupage' de Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah y Merlot, proveniente de viñedos seleccionados, han conformado dos de los vinos que más han dado que hablar en la Comunidad Valenciana en los ultimos 5 años. Nosotros probamos el nº18, quizá, a mi entender, falto de reposo en botella, pero ya apto para consumir, que con un estupendo color cereza picota, brillante y de capa media ya apuntaba a una explosión de aromas en nariz a fruta roja madura, muy especiada, tabaco de fondo y algo mineral. En boca tenía un tanino redondo, quizá un poco verdoso todavía, pero apuntaba maneras hacia un final sedoso y largo.



No dió tiempo para más porque nos esperaba otro grande la zona, Daniel Belda, del que daré cuenta en el próximo post, pero conocer nuestro tejido empresarial con un modelo cooperativista me ha gustado y también los vinos, por los que se ha apostado para traspasar fronteras y apoyando al campo como motor de la economía de la zona.

sábado, 4 de enero de 2014

Los vinos del 2013

Quizá me haya costado decidir, de la lista de vinos que he catado el 2013, cuales me han gustado más, seguro que no es una buena idea, pues me han gustado casi todos los que he podido catar, vinos valencianos, de otras denominaciones españolas, franceses, chilenos... en realidad es difícil encontrar hoy por hoy un vino malo, a no ser que se haya estropeado o realmente sea un vino que no esté bien elaborado.


Recuerdo algunos vinos este año por muchas circunstancias, así que pondré una lista de aquellos que me vienen a la mente por haberme gustado, haberlos compartido, saboreado en eventos especiales o simplemente porque los recordé en un momento determinado.


Los vinos valencianos que tengo en mi lista son casi todos de la DO Utiel-Requena, aunque también DO Valencia y Vinos de la Tierra de Castellón y así los enumero como los recuerdo:


Viña Lidón 2012, Chardonay fermentado en Barrica - (Vera de Estenas)
Eduardo Bermejo Tempranillo 100% - (Antonio Arraez)
Clotás M Monastrell 100% - (Vicente Flors)
Bobos Finca Casa La Borracha  Bobal 100% (Hispano Suizas)
Las Ocho 2009 - (Chozas Carrascal)
Cava Brut Nature Chozas Carrascal - (Chozas Carrascal)
Ildvm 2011 Tempranillo 100% - (Castillo de la Duquesa)


Aquí también incluiría los vinos que caté en la Bodega Vera de Estenas, en una histórica jornada donde pudimos catar vinos de los años 80 y 90, vinos que nos transmitieron la historia de una bodega, e incluso de una Denominación de Origen, como es la de Utiel-Requena, viendo como se elaboraban al principio los primeros vinos Reserva con variedades como la Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y tímidamente la Bobal a inicios de los años 80 del siglo pasado y como posteriormente la variedad Bobal fué tomando protagonismo para hacer vinos diferentes e incluso con una tendencia más longeva, debido a la inclusión de más porcentaje de la uva autóctona Bobal.


Otros vinos españoles que también pasaron por mis sentidos fueron:


Cristina Calvache Jaen Blanca 2012 - (La Bodega de Alboloduy)
Jean Leon 3055 2011 - (Jean Leon - Torres)
Clos Dominic Vinyes Altes Selecció Miriam 2008 - (Clos Dominic)
Las Retamas 2011 - (Bodegas El Regajal)
Castillo Mayor Gran Reserva 2004 - (Bodegas Ignacio Marín)


En cuanto a los vinos extranjeros, mi breve paso por Burdeos hizo que probara algunos vinos de esta zona, así que algún vino me traje hacia casa de Saint Emilion, Sauvterre e incluso del Medoc:


L'Agass NT 2009 Merlot 95% Haut-Medoc - (Chateau l'Agassac)
Clos le Bregnet 2007 - Saint Emilion
Sauvterre 2009 de la Union de Productores de Sauvterre
Viña Maipo Gran Devoción 2010 -(DO Maule Valley - Chile)


Desde luego que han habido más vinos, de zonas como la DOQ Priorat, así recuerdo Les Cousins de la familia Pérez, vinos de Enrique Mendoza de Garnacha y Syrah, muy afrutados, el Casa Don Ángel Malbec 07-08 de Vera de Estenas, los vinos de Sebiran T, Z y J y muchos más de los que he podido este año catar.



Espero que 2014 también sea año de probar nuevos vinos y seguir catando otros vinos para ver su evolución y así conocer que características le da el tiempo a un vino ya catado y bien guardado y conservado.