domingo, 31 de marzo de 2013

II Enoescapada en Bodegas Enrique Mendoza

Por segundo año consecutivo, la bodega alicantina Enrique Mendoza, ha preparado un magnífico evento para dar a conocer la cultura del vino a través de la II Enoescapada que ha organizado en su bodega de Alfáz del Pi.


El evento consistía en pasar una jornada lúdico-festiva (son 3 días intensos) conociendo de primera mano los vinos que la bodega elabora, así como enseñar con talleres, diferentes maneras de entender el vino. Por ejemplo el taller del roble, es una manera de dar a conocer las diferencias de un vino cuando pasa por un tipo u otro de barrica, en este caso roble francés y americano, distinguiendo, con una misma variedad de uva, como el vino elaborado es capaz de aportar las sutilezas en cuanto a aromas y gusto, así pues hemos catado un Syrah que ha pasado por dos tipos de barrica y cómo distinguirlas fácilmente.


También hemos podido observar como se fabrica y se tuesta una barrica de roble en directo, gracias a la tonelería Herfe, donde se explica como se encastran las duelas, el tostado, el tipo de madera... un interesante encuentro. También la empresa que produce los corchos estaba mostrando como se producen los corchos de manera natural y los diferentes tamaños y calibres se podían ver y tocar en la demostración.


Aparte del vino también había una degustación y cata de quesos, aceite de oliva y la exposición de cuadros de la artista Inma Amo, que exponía sus cuadros dentro de la bodega, expresando el arte que, esta vez en sus lienzos, está ligado al mundo del vino.


Mientras, se seguían haciendo talleres como la cata del Terroir, diferenciando una misma variedad de uva, con un vino elaborado de Syrah de dos diferentes parcelas, una de terreno arenoso que proporcionaba un vino suave y afrutado y la otra de una parcela pedregosa de suelo abrupto que aportaba un vino con más estructura y mucho más fuerza. A la vez y cada media hora Miguel Angel Martín del equipo de Enocata, descubría a los asistentes en 'petit' comité las notas de cata de los vinos que se podían probar en la degustación.


Un magnífico día que he podido compartir con los vinos de Pepe Mendoza, al cual le agradezco el momento en que hemos conversado para saludarnos de nuevo. Y como no he catado los 6 vinos que se ofrecían en la cata al aire libre. 


El vino blanco, un Chardonnay jóven muy fresco, buena acidez y con aromas a frutos tropicales maduros, así como recuerdos a pan recién hecho, en boca graso y muy facil de beber. El resto de vinos eran tintos, así el Pinot Noir Crianza, es un vino muy sutil, de color rubí, nos aporta aromas muy frutales de frutos rojos, bastante mineral y con un fondo a violetas, marcado por vainillas de su paso por barrica francesa, en boca fácil de beber y tanino redondo.


El 'Viñedo Mágico' era un 'coupage' de Garnacha y Syrah, muy fresco, en nariz toques de vainillas, pero sobre todo mucha fruta, frambuesas, gominolas de fresa, en boca ligeramente acido, pero ideal para tomar de manera informal con un puntito de frío y estupendo para las noches de verano que se nos vienen y disfrutando de una barbacoa entre amigos. El Cabernet Sauvignon- Monastrell, es un vino más estructurado, quizá con mezcla de barricas, destacando cacaos y torrefactos, y una fruta negra muy madura. 


El reserva de Cabernet Sauvignon y Shiraz, es un vino maduro, lleno de matices a especias como la pimienta negra, más mineral, recordando al grafito, a tierra removida y sobre todo a un ahumado torrefacto, como cafe recién molido y algo de mentolado, en boca es amplio y graso y encontrando el equilibrio entre suavidad y cuerpo.


El vino más sublime el Santa Rosa, una mezcla de Cabernet Sauvignon para darle estructura, elegancia con la merlot y fruta con la syrah, su paso por barricas francesas lo hacen muy agradable, balsámico diria yo y a la vez potente pero sin perder el equilibrio entre tanino, acidez, estructura y fruta.


Una vez más disfrutando de un buen día en compañía de unos buenos vinos y amigos en un entorno privilegiado como el enclave de la bodega y muy bien organizado.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Vinos de finca El Regajal

Hablar de vinos de Madrid es posible gracias a la labor de personas que apostaron por recuperar viejos viñedos y replantar ciertas zonas, aunque en la provincia de Madrid ya existían viñedos, la expansión de las ciudades alrededor de Madrid y la creación de grandes polígonos industriales habían terminado con un viñedo que a principios del siglo XX tenía más de 60.000 hectáreas.


Nuestra visita fue a uno de los viñedos más al sur de la Comunidad de Madrid, en concreto en Aranjuez, en una antigua finca de caza, donde sus propietarios plantaron hace más de 15 años unos viñedos de Tempranillo, para iniciar el proyecto de El Regajal. La bodega toma el nombre de la finca donde está situada la misma, en una vaguada principal rodeada por colinas y cerros, con vegetación mediterráneo-continental, presencia de coscojas, alternado con esparto, retama, tomillo y olivos, que además alberga una gran cantidad de especies cinegéticas (conejos y perdices fundamentalmente) y 77 de las 225 especies mariposas conocidas de la península ibérica, por lo que la finca está declarada de especial interés para organizaciones conservacionistas de la naturaleza.



En cuanto a la bodega cabe destacar el trabajo realizado en estos 15 años, plantando variedades como la Tempranillo, el Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot, así como la explotación de viejos viñedos de las zonas colindantes, todo ello con la mano y el asesoramiento del enólogo Ignacio de Miguel y la mano en el campo de Jerôme, un enólogo francés que tambien colabora en otro proyecto de Ribera del Duero y vinculado al proyecto de Peter Sisseck en su bodega Dominio de Pingus.


Daniel García-Pita, alma 'mater' de este proyecto, nos recibió amablemente en la finca, mostrándonos la bodega y contándonos el laborioso trabajo de campo para conseguir una uva perfecta en maduración fenólica, algo que luego repercute en obtener unos vinos más estructurados y carnosos, y que posteriormente, un eficaz y meticuloso control en bodega, hace que los vinos El Regajal y Retama resulten unos vinos muy personales. 


Daniel tambien participa en un proyecto de Ribera del Duero en Sardón de Duero, de donde obtiene el tercer vino que su bodega comercializa, se trata de Galia, un 'caldo' obtenido de pequeñas parcelas a lo largo de los 134 km. del recorrido del rio Duero, donde Tempranillos y Garnachas, no pertenecientes a denominacio de origen, conforman un tesoro del que solo se producen 5.000 litros.


Nos queda hacer una cata de estos vinos que, por problemas técnicos, no pudimos catar, pero en próximos 'post'  lo haremos y os contaremos de sus características organolépticas.




domingo, 17 de marzo de 2013

Winelovers 2013

El pasado lunes, en Valencia y organizado por Vinocom Vinotk en el local El Rodamón, en el centro de Ruzafa, centro de la iluminación fallera por excelencia, se celebró Winelovers 2013, una manera de dar a conocer el catálogo de esta empresa que dirige Quique Cuevas.


 Allí pudimos encontrar muchos vinos, sobre todo garnachas, variedad que se adapta al terruño perfectamente. Allí pudimos catar vinos de DO Terra Alta, Méntrida, Navarra, Penedes, Priorat, Montsant, Ribera del Duero, Utiel-Requena y de países como Alemania, Francia y Portugal.

Un escaparate en el que las bodegas y sus bodegueros nos contaron como hacen sus vinos y los pudimos catar, intercambiando opiniones al respecto, así como disfrutar de una agradable compañía.


Sorprendentes los vinos de Edetaria, DO Terra Alta, vinos con garnachas muy elegantes y llenos de matices provenientes de viñas viejas, también los vinos elaborados por Bodegas Canopy, DO Méntrida, con elaboraciones de distintas parcelas de viñedos viejos y a alturas de 750 mts. o más, con diferentes suelos.


Los vinos navarros de Pura Garnacha, de la zona linde con Aragón en Cientruénigo, el ultimo reducto de las garnachas navarras, vinos con alma, afrutados, en el recuerdo Volandera, una garnacha de maceración carbónica. El Penedés estuvo representado por sus vinos y cavas de la bodega Emendis, estupendo merlot el Mater y el blanco Trio Varietal, de Muscat, Chardonnay y Macabeo.


También de Cataluña teníamos al Celler Comunica con sus vinos DO Montsant, Cariñenas o Samsó y el Trío Infernal con sus vinos prioratinos como el Riu, un 'coupage' de garnacha, cariñena y syrah ó su número 2/3 de cariñenas viejas. La Ribera del Duero tenía su representación con los vinos Prios, de la zona de Pesquera del Duero, tempranillos bien trabajados y esperando su tiempo en botella.


Destacar la bodega Valsan 1831, que nos trajo sus vermuts de toda la vida, un sorprendente vino de licor, Cuba Vella de 12 años y los vinos de SanJuan, bobales de Requena, rosado y tinto elaborados en depósitos antiguos de hormigón, vinos muy intersantes.

Habían más vinos y champagnes internacionales, pero ya no dio tiempo para más y aquí os he contado lo que pude catar y sentir, seguro que estos vinos los podéis encontrar en vinotecas y disfrutarlos como yo lo hice el pasado lunes.

domingo, 10 de marzo de 2013

Bobales de autor

Reivindicar terruño en el vino no es tarea fácil, sobre todo cuando se trata de buscar la autenticidad de las variedades cultivadas en él. Es por ello que me auto nombré embajador de la bobal en este espacio blog, buscando la variedad autóctona que menos conocida pero en la que había y hay grandes bodegueros y enólogos trabajando desde hace años.


Estos días frenéticos de marzo he tenido la oportunidad de catar algún bobal 'de autor', y lo entrecomillo, porque un vino de autor no es único, hay muchos autores que hacen vinos, y verdaderamente el término se puede ajustar a cualquier autor de un fabuloso o fantástico vino. Quizá el término bobal de 'garage' pueda ser el más apropiado.

Aunque éste vino lo caté a final del año pasado, el Sexto Elemento, en un vino100% Bobal de la zona de Venta del Moro, dentro de la DO Utiel-Requena, creo que la añada era 2009 (sinceramente no anoté la misma), una microvinificación de 900 botellas hechas con viñedos de la familia de Rafa López, viticultores de toda la vida, que buscando hacer un vino diferente y respetando de manera ecológica toda su producción, desde el campo hasta el embotellado, ha conseguido hacer un vino muy franco, un bobal 100% donde se combina la fruta y la madera, siempre manteniendo las características principales de la materia prima. El vino posee un color rojo intenso de capa muy alta. Aroma a fruta negra madura, notas de  regaliz y toffe. Sabor amable bastante equilibrado  con buena estructura y acidez justa. El tanino es un poco marcado, quizá necesite algo más de botella, persistente y con buen recorrido.



Ya hablando de este mes de marzo, dos nuevos bobales he catado. Uno de ellos es La Picaraza 2007, se trata de un vino valenciano, elaborado entre Las Casas de Utiel y Caudete de las Fuentes por una de las bodegas más antiguas del consejo regulador Utiel-Requena, pues fue fundada en 1886, el vino se elabora con Bobal Clásica centenaria, que vegeta sobre suelos pedregosos levemente inclinados, la producción por cepa es de apenas un kilo, que se vendimia de forma manual, en la bodega la uva se manipula el mínimo posible, con la finalidad de preservar toda la frutosidad posible. Se vinifica a la manera tradicional, en viejos trullos de cemento, y más tarde se le da una crianza de once meses en barricas de roble blanco americano de Missouri


El resultado es un vino de profundo color cereza picota madura que tinta la copa, con aromas muy expresivos de frutas rojas y negras silvestres: Ciruelas, moras, arándanos, endrinos y un leve toque ahumado final. En la boca es un vino franco, intenso y potente, con taninos ya pulidos por el tiempo, suaves y agradables, recuerdos balsámicos, vivo, de larga guarda, procedente de 55 hectáreas cuiadadas con esmero de un total de 72 hectáreas de la finca La Picaraza, en el centro de la finca se encuentra la bodega.




Y para terminar el nuevo vino de Bodegas y Viñedos Carrés, autor del afamado bobal Olivastro 2008, que ha conseguido elaborar un bobal con viñedos de más de 35 años, un vino de semicrianza con un fabuloso bouquet. Se trata de Membrillera, un vino de 2011 con 5 meses de barrica francesa, que posee un color intenso violáceo, de capa muy alta, con mucha densidad, lágrima manchada debido a su potente color.


Al servirlo en la copa y expirar sus aromas, rápidamente encontramos una explosión de frutas rojas maduras con toques de vainilla y mentolados, es como una golosina, frambuesas frescas, todo ello muy bien ensamblado con alguna nota especiada a sotobosque. En boca tiene muy buena acidez que lo hacen muy fresco, a pesar de sus 14'5º de alcohol, entrada suave y fácil de  beber, tiene un final tánico, lo justo para limpiar proteina de la boca y volver a beber, el postgusto es medio-largo. 

domingo, 24 de febrero de 2013

Vinos de Castellón: la revolución del terruño

El sábado se celebró en el antiguo casino de la ciudad de Castellón, la IV Edición de los Mejores vinos de Castellón, organizado por ASUCAP (Asociación de Sumilleres de Castellón y Provincia) y con la participación de las bodegas que han querido mostrar sus productos y que se conozcan sus vinos en la capital castellonense.


Por supuesto que a este evento quería acudir para comprobar que estamos asistiendo a una de las revoluciones vitivinícolas más importantes de los últimos años en España. Aún siendo IGP (Indicación Geográfica Protegida), los vinos de Castellón rezuman terruño por todas partes. La mayor concentración de bodegas la encontramos en el norte de la provincia, entre el Pla de Les Useres, Vilafamés y Benlloch, contando también con la zona oeste o vega del Palancia, que también está elaborando vinos de mucha calidad.


La auténtica revolución viene en el aporte del terruño a estos vinos de marcado carácter mediterráneo, por encima de todo, pero con un toque fresco que los hace parecer atlánticos. Hablando de los vinos de la zona norte, nos encontramos que la cadena montañosa litoral entre Benicassim y Oropesa, conforma una barrera natural para los cálidos veranos, que protege a las uvas plantadas en los términos de Useres, Vall d'Alba, Vilafamés e incluso Benlloch de sufrir excesiva madurez, aportando la humedad necesaria y el frescor de la noche, con el fin de conseguir frutos equilibrados y por tanto vinos marcados por un frescor típico de zonas más atlánticas.


En cuanto a los vinos de la zona más occidental de Castellón, nos encontramos que entre las sierras Calderona y del Espadán, a la vega del río Palancia, se encuentra un corredor de aire fresco del mar mediterráneo que es capaz de refrescar las viñas situadas en los términos de Almedijar, Azuébar, Segorbe... de donde salen tintos más mediterráneos, frescos, pero con bastante más carácter que en la zona norte.


Bodegas como Baron d'Alba, Vicente Flors, Castillo de la Duquesa, Gabriel Mayo, Mas de Rander, Vinya Natura, Masía de la Hoya, Vega Palancia y otras que me dejo en el tintero, pero que me gustaría conocer, estaban en el recinto del antiguo casino de Castellón, dando a degustar sus vinos.


Se entregarón medallas a los vinos por votación de los miembros de ASUCAP y estuvieron galardonados vinos como Magnánimus de Mayo García, Clos d'Esgarracordes blanco de Barón d'Alba y Flor de Clotás 2010 de Vicente Flors entre otros vinos que también obtuvieron sus galardones.


Gracias a todos los participantes y a ASUCAP por hacer de este evento uno de los más importantes dentro del mundo de los vinos en la Comunidad Valenciana, ya que creo que esto es el principio de una nueva Denominación de Origen, protegida quizá, donde es posible posicionarse, con tiempo y muchísimo trabajo a la altura de otras zonas, gracias a la calidad de los vinos que estamos pudiendo catar hoy en día y que cada día irán a mejor, al menos eso espero.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Rioja o Ribera...

Este pasado fin de semana fuí a visitar Madrid, una visita cultural expres que incluyó El Prado, El Palacio Real y los monumentos y plazas más emblemáticas de la capital del reino. Por supuesto hubo tiempo para disfrutar de unas buenas tapas y quizá de vinos, aunque esto último no me acabó de gustar.


Es posible que me tachen de 'chauvinista' si digo que no encontré vinos valencianos en las típicas tabernas de tapas madrileñas, pero tampoco encontré ninguna garnacha de Madrid, por ejemplo. En emblemáticos sitios como La Dolores, Revuelta, La Fábrica... solo me ofrecían Rioja o Ribera del Duero, hablando de tintos, mientras que los Rueda eran la única opción de blancos y alguna garnacha navarra donde tenían rosados (sólo en un lugar).


Pienso que para el chateo o el tapeo, las opciones son escasas, pero por qué no contar con algún vino más, como un bobal de Utiel-Requena, un blanco del Penedés, una garnacha del Campo de Borja, etc... También es cierto que no he hecho un estudio en profundidad de los vinos que ofrecen las tabernas madrileñas, pero seguro que el 90% sólo te dan esas dos opciones.


Tempranillo y más tempranillo (supongo) son las opciones a elegir, y yo me pregunto ¿sólo con el tempranillo riojano o de la Ribera se puede abastecer una ciudad como Madrid?. Supongo que no y es por ello por lo que escribo estas líneas, ya que al igual que Barça y Madrid, rojos y azules y otros ejemplos de dualismo en este país, si algo tenemos para presumir y engrandecernos, es que tenemos una variedad cultural y gastronómica que nos hace ser diferentes de otros países de nuestro entorno.


Así que la próxima vez que vaya a Madrid, me llevaré mis botellas de vino y degustaré las fabulosas tapas con vinos de otras regiones, a ver si así me saben mejor.

domingo, 10 de febrero de 2013

XX Feria del embutido de Requena

Este año coincidiendo con el XX aniversario de la Muestra de Embutido Artesano y de Calidad de Requena, se ha estrenado el nuevo recinto ferial de la villa de Requena. Claro, que mejor estreno que realizar esta muestra en el recinto. Un recinto que desgraciadamente se ha quedado pequeño para albergar este evento, que tanto bombo y platillo se le había dado este año, para que se puedan acercar desde Valencia y área metropolitana a degustar manjares tan exquisitos.


No es que el recinto esté mal, ni tan siquiera es un problema para albergar a la gente, el problema es que, el Ayuntamiento de Requena y la Diputación de Valencia, habían colocado en el centro del recinto dos casetas que ocupaban un espacio vital para que la feria estuviese mucho más repartida y las personas pudiesen hacer cola y a la vez degustar los vinos y embutidos de la zona.



No quiero decir que la esencia de la feria, dígase embutidos y productos típicos de la gastronomía requenense, estuviera mal organizado, pero si en cuanto a la ubicación. También tengo que criticar que los tiques de degustación están ya organizados, de manera que puedes degustar 6 platos de embutidos, 2 de vino, 1 de panadería y otro de amas de casa, pero no sería más lógico que cada uno degustara lo que más le guste, de manera que si te apetecen más de dos copas de vino lo puedas hacer con un trocito del tique y no obligarte a comer embutido sin más si quieres amortizar los 10 euros que cuesta el cartoncito que acompaña al plato y a la copa.


En fin hemos arribado pronto a Requena y justo para degustar lo que nos ha apetecido sin agobios, pero a a partir del mediodía era imposible tomar nada, debido a las colas y al poco espacio que había para pasar y poder degustar otras cosas diferentes.

Como no hemos podido probar más que dos vinos, hemos preferido acudir a la sede de Ferevín, donde nuestro amigo Felix Martínez (Fali para los amigos) estaba comentando tres de sus vinos de la Bodega Vera de Estenas, vinos de finca que son la apuesta segura de los vinos de la zona y que nunca defraudan.


Al final ha sido un ventoso y frío día de febrero, donde al menos hemos degustado los productos típicos de la zona y que es mejor ir cualquier fin de semana, comprar embutido, vino y de paso comer en los restaurantes de la ciudad donde sin aglomeraciones ni prisas, cualquier día del año se disfruta sin problemas.