martes, 6 de abril de 2010

Bodegas Vega Palancia (Castellón)



Ya hace tiempo que en uno de mis post publiqué una nota sobre los vinos de la provincia de Castellón, vinos desconocidos y que por tradición se volvían a producir tras el abandono producido en los años 50-60 del siglo pasado.

Hemos visitado hoy una bodega en el corazón de la Sierra de Espadán, a unos 40 Km de la ciudad de Valencia y enclavado en la província de Castellón hacia el interior.

Esta bodega es de corte familiar, produciendo unas 6.000 botellas de vino tinto entre vino de mesa y de crianza, perteneciendo al área de Vinos de la Tierra, en este caso de indicación geográfica Castellón. El corazón de la Sierra del Espadán, es rica en manantiales de agua muy pura y con poca mineralidad, la vegetación es de tipo mediterráneo, de monte bajo destacando plantas como en romero, el tomillo y otras, y los árboles que conforman el paisaje son pinos, olivos y algún alcornocal.
 
Esta bodega tiene unas 6 ha. de viñedo, con variedades como Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot, plantas jóvenes que, enclavadas en el pequeño y tranquilo Valle de Almaroz, ubicado entre las estribaciones de la Sierra de Espadán y la cuenca del río Palancia, en el término municipal de Soneja. La orientación sur-sureste, su situación —a unos 400-500 m de altitud y a unos 12 km del litoral— y la composición de su suelo hacen de este lugar el ideal para el cultivo de la vid. 

La bodega se encuentra en la localidad de Azuébar, a menos de 10 Km. de la zona de cultivo. La vendimia se realiza a mano y es transportada en cajas de 15 kg y refrigerada para que no se produzca ninguna microfermentación, allí se deposita el toneles de roble de 2000 a 3000 litros de capacidad, donde macera a temperatura controlada, para después fermentar y producir la vinificación. Con remontados suaves, el vino permanece en estas barricas hasta ser trasiegadas a barricas de roble francés, donde reposan al menos 12 meses, para después volver a los toneles de roble y posteriormente embotellarse para redondearse en la botella de 6 a 12 meses más.

El resultado es Vega Palancia Etiqueta Negra, vino tinto varietal que tras esa larga crianza se torna un espectáculo en todos los sentidos, destaca su color rojo granate, glicérico, con aromas a fruta madura, recuerdos a canela y vainilla y trasfondo torrefacto. En boca presenta una buena acidez, de trago largo, potente, carnoso, con taninos redondeados y maduros.

El vino catado es de la cosecha 2006 y sale ahora al mercado, por el caracter familiar y especial de esta bodega y de su dueño, José Manuel Molina, hay que esperar grandes añadas y buenos vinos en un futuro. La arraigada forma de hacer los vinos, siguiendo la tradición familiar, buscando un alto nivel de calidad y excelencia, hacen que sea excepcional disfrutar de este vino en cualquier momento y entender la complejidad y la naturalidad de una elaboración madura y paciente en nuestros paladares. www.vegapalancia.com

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