Pues como para muestra un botón, con frío y un día bastante ventoso nos hemos acercado a la Manchuela Conquense, en concreto a las localidades de Graja de Iniesta, Motilla del Palancar y Alarcón. En la primera de ellas hemos visitado las Bodegas Altaman, bodegas donde en el próximo post os explicaré como lo he pasado de bien, en la segunda hemos comido bien y en la tercera hemos disfrutado del paisaje y monumentos.
La comida ha sido sencilla, muy castellano-manchega y no hemos hecho fotos, debido a la hora que se nos ha hecho y había 'gusa', pero deciros que las judías con perdiz caseras estaban muy sabrosas y la caldereta de cordero guisado tampoco tenía desperdicio, el queso manchego con membrillo casero no desmerecía, el vino, un cosechero de la zona, era recio pero tenía un postgusto a las golosinas de 'puromoro' que decíamos en mi época (caramelos de regaliz muy dulces), este ha sido un poco el fallo, pero ya venía un poco 'chiscao' de la bodega. El frío la verdad es que era intenso (unos 5º C) y con el aire aún se notaba más y la vianda ha acompañado a la ocasión.
Después de comer hemos ido a visitar Alracón, desde Motilla del Palancar hay unos 16 Km. que por la antigua N-III se nos antojaba que estábamos sólos, hemos entrado triunfalmente en el pueblo, hemos hecho fotos,, paseado por sus calles, visitado sus castillos e iglesias, así como los fabulosos hoteles (parador incluido) y algún sitio para comer, como La Cabaña, que pretendemos volver para degustar sus viandas. El paseo hacía el puente sobre el Júcar y el cañón u hoz del Júcar, nos ha hecho bajar la comida y descnectar de la estresante y mundanal vida semanal.
El día aunque frío estaba soleado y nos ha permitido pasar una jornada estupenda.
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