viernes, 27 de marzo de 2009

Emprendedores e innovadores

Emprendedor, que emprende con resoluciĆ³n acciones dificultosas o azarosas.
Innovador, mudar o alterar algo, introduciendo novedades.


Definiciones encontradas en el diccionario de la Real Academia EspaƱola de la lengua, que ponen de manifiesto el significado real de estas dos palabaras.

Por ejemplo se me viene a la cabeza cuando un restaurador abre su local (emprendedor) e introduce platos innovadores, el enĆ³logo que apuesta por una zona determinada para construir su bodega y aporta nuevas tĆ©cnicas al desarrollo de sus vinos o destilados, un escritor que con sus ideas es capaz de escribir un libro y publicarlo o una empresa de programaciĆ³n de juegos que con sus ideas e imaginaciĆ³n y el que hacer de los creativos saca un nuevo juego al mercado...

Esto es lo que yo entiendo por emprendedor e innovador, personas como FerrĆ”n AdriĆ , Jose Luis PĆ©rez, Arturo PĆ©rez Reverte, empresas como FX Interactive, ... y muchas mĆ”s que aunque no sean conocidas sacan adelante sus proyectos a base de trabajo e innovaciĆ³n.


Luego estĆ”n los mediocres, los que se aprovechan de los demĆ”s sin inventar nada y se ponen las medallas, los que se aburren y tienen ideas magnĆ­ficas, pero que sĆ³lo son ideas, los que se hacen pajas mentales sin fundamento, los que, a pesar de tener una idea novedosa, no invierten seriamente en estudiar su impacto y aplicaciĆ³n, los que roban las ideas de los demĆ”s y las hacen suyas, a pesar de que luego lo hacen de cualquier forma,...


Desgraciadamente en tiempos de crisis la innovaciĆ³n (creaciĆ³n o modificaciĆ³n de un producto, y su introducciĆ³n en un mercado) es un efecto muy desgastante y requiere de esfuerzo e inversiĆ³n y muchos empresarios hablan de ella, del I+D, de ser emprendedores, pero al final se quedan las cosas en palabras y nunca en hechos, porque hoy piensan en GerotecnologĆ­a y maƱana en aplicar las telecomunicaciones al riego de invernaderos y al final se dedican a mover cajas, aunque les pese decirlo, puen son vendedores a la antigua usanza y que echan de menos la mĆ”quina de escribir cone el papel de calco y enviar los pedidos una vez al mes a sus proveedores.


En fin, menos mal que hay gente que sabe distinguir entre el charlatƔn de feria y el profesional, que las innovaciones de verdad requieren constancia, saber hacer y sobre todo suerte, mucha suerte para no ser obviado, y que decir de los emprendedores e innovadores que se reconocieron a tiempo pasado.

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